En la actualidad, las comodidades que nos prestan los dispositivos electrónicos están provocando que cada vez ejercitemos menos nuestra memoria. Ya no necesitamos memorizar números de teléfono, direcciones, toda la información que necesitamos la tenemos disponible en nuestros teléfonos y ordenadores.
Nuestra capacidad de memorización y de recordar datos se queda apartada y comienza a oxidarse. Por ello necesitamos ejercitar la memoria con técnicas de memorización. Pero ¿cómo podemos hacerlo?
Bien, ante todo debemos saber que existen dos tipos diferentes de memoria que se encargan de almacenar dos tipos de información, la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo.
La memoria a corto plazo también es conocida como «memoria primaria» o «memoria activa». Los psicólogos están de acuerdo en que utilizamos esta para almacenar datos inmediatos, esto es, el nombre de algo que acabamos de ver.
Para recordar algo después de un largo periodo de tiempo, necesitamos pasar los datos de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo, localizada en la materia gris del cerebro. Por ejemplo, cuando dormimos por la noche, muchos de los datos adquiridos durante el día pasan a esta parte del cerebro, fijando los conocimientos.
También es conocida por el nombre de memoria inactiva o memoria secundaria, esta se encarga de almacenar recuerdos por un tiempo mayor a seis meses. Este tipo de memoria no tiene límite de duración ni de capacidad que se conozca.
La memoria a largo plazo es la que utilizamos por ejemplo para estudiar para un examen o la que nos permite recordar momentos de la infancia y de la vida en general, tanto buenos momentos como malos.
A pesar de la poca atención que prestamos a nuestro cerebro, este nos permite realizar todas las funciones esenciales de nuestro organismo. Es por ello que se merece que le dediquemos algo de tiempo.
Si no nos preocupamos de mejorar la memoria y no la ejercitamos tenemos serio riesgo de padecer enfermedades como Alzheimer. Estudios científicos dicen que esta enfermedad puede verse agravada si durante la vida presentamos falta de motivación ante el uso y desarrollo de las facultades mentales como la memoria.
Por esto, para ir cumpliendo años en las mejores condiciones mentales posibles, es importante que sepamos cómo mejorar la memoria.
11 Ejercicios para la memoria
Presta atención a lo que estás haciendo
Uno de los principales obstáculos para memorizar es la distracción. Prestar atención a la actividad que estamos realizando es uno de los principales pasos para poder recordar información acerca de ello.
Es necesario estar centrado en ello para que la información pueda pasar de la memoria a corto a largo plazo.
Por ejemplo, dejar el teléfono a un lado, no tener la televisión encendida y evitar toda distracción posible mientras estamos estudiando favorecerá en gran medida la memorización y con ello reduciremos el tiempo que le tendremos que dedicar.
El conocido modo multitarea o multitasking es perjudicial para la memoria, debemos poner toda nuestra atención en la actividad que realizamos para permitir al cerebro codificar la información y pasarla de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo.
Además, si estamos pendientes de un montón de tareas al mismo tiempo perdemos la capacidad de concentración, cada vez nos será más difícil recuperarla y nos costará cada vez más concentrarnos y prestar toda la atención necesaria a una actividad.
Memoria sensorial
Son muchos los estudiosos que coinciden en que la memoria de los sentidos es muy potente. Esta es la que nos trae algún recuerdo lejano al oler un aroma que nos era muy común en la infancia y de repente cuando un día lo volvemos a oler, nos trae esos momentos de la infancia a la imaginación.
Estos recuerdos adquiridos a través del gusto y el olfato permanecen en el cerebro dormidos y pueden aparecer hasta décadas después.
Por ello, utilizar los sentidos para memorizar no es ninguna locura, muchos expertos lo aconsejan en sus charlas sobre cómo mejorar la memoria.
Constancia
Para ayudar a nuestro cerebro a procesar mejor la información es aconsejable no darse atracones de información, es decir, dedicar un poco de tiempo cada día a memorizar o adquirir conocimientos y no tratar de adquirirlos en un día y con prisa.
Está demostrado que los estudiantes recuerdan mucho mejor lo que aprenden despacio y con tiempo, que lo que intentan aprender de golpe antes de un examen por ejemplo.
Lógica
La lógica nos ayuda a recordar información. Por ejemplo, si necesitamos recordar un número de 20 dígitos, lo recordaremos mejor si analizamos lógicamente su estructura.
Es más sencillo recordar información si podemos relacionarla con algo que nos sea más familiar, en lugar de intentar memorizar algo a lo que no le encontramos sentido.
Organización
Los científicos dedicados a estudiar la memoria han demostrado que la información se encuentra organizada por bloques en la parte dedicada a la memoria en el cerebro, además estos bloques se encuentran relacionados entre sí.
Por ello podemos aprovechar esto y estructurar la información que debemos recordar por bloques de conceptos similares.
Los cuadros sinópticos, esquemas y tablas subrayados con colores diferentes son muy útiles, la información relevante se encuentra organizada y reforzada visualmente por colores. De esta manera el cerebro genera una visión general más fácil de recordar.
Reglas mnemotécnicas
“Mnemotecnia”, del griego mnéemee (memoria), y téchnee (arte), arte de memorizar. Una regla mnemotécnica sirve para recordar datos, nombres, números, y listas de datos relacionando unos con otros.
Se utilizan como estrategia para para recordar información asociando algo concreto que nos es familiar con lo que deseamos recordar. Por ejemplo también podemos formar una palabra con las iniciales de las palabras de una lista o utilizar una canción.
Esta es una de las técnicas de memorización más utilizadas en los colegios con los niños de edad temprana.
Conoce cómo es tu memoria
Cada cerebro es un mundo, y cada persona tiene más habilidad para recordar determinadas cosas y menos para otras. Algunas personas pueden memorizar largas secuencias de números y son incapaces de recordar un nombre, otras pueden recordar un dialogo de una serie y no recuerdan lo que comieron a mediodía.
Si conocemos como funciona nuestra memoria en concreto podremos adaptarnos y utilizar las técnicas de memorización que mejor nos vayan y sabremos cómo mejorar la memoria.
Relacionar información
Cuando necesites memorizar, recordar o aprender algo nuevo que es desconocido para ti, intenta pensar si tiene relación con algo que conoces y relacionarlo con ello. Al relacionar las nuevas ideas con lo que ya sabes y recuerdas te será mucho más fácil aprender.
Varía tus técnicas de memorización
Introducir una técnica nueva rompe con la monotonía, despierta tu mente y te ayuda a ejercitar una parte que podías tener más oxidada. Esto ayuda a mejorar la memoria a largo plazo.
No es necesario innovar demasiado ni en muchas ocasiones, simplemente hacerlo de vez en cuando ayuda mucho.
Leer
Aunque suene a tópico, leer es una de las actividades que más ayudan a tener nuestra mente en forma. Además de los conocimientos que adquirimos con la lectura, la adquisición de vocabulario y la corrección de faltas de ortografía, también ejercitamos áreas de nuestro cerebro que no se activan de ninguna otra forma.
Es aconsejable leer como mínimo una media hora diaria, aunque lo mejor es hacerlo durante una hora diaria.
También podemos hacer crucigramas, sudokus o sopas de letras, estos ejercicios para la memoria son perfectos y en personas mayores es muy aconsejable que dediquen tiempo a esto diariamente.
Aprender cosas nuevas
El último consejo sobre cómo mejorar la memoria es aprender cosas nuevas, esto ayuda a nuestro cerebro a crear conexiones nuevas que mejorarán la capacidad de nuestra mente y mejoran la memoria.
Aprender un idioma nuevo, tocar un instrumento o tomar clases para para desarrollar cualquier habilidad, cocina, baile… activan nuestro cerebro.
Llevando a cabo estos consejos nuestro cerebro permanecerá siempre activo, evitando que se nos oxiden las capacidades para memorizar y aprender. A lo largo de los años esto se nota, se mantiene la mente más joven y activa.