El agradecimiento es una cualidad que revierte positivamente en nosotros. Es hacer un alto en el día a día para premiar con nuestra gratitud a las personas y las situaciones y circunstancias que nos acompañan en cada día.
Definitivamente, dar las gracias nos abre el camino hacia la plenitud en la vida, es decir, nos hace merecedores de todas las buenas cosas que hay en este mundo. Dar las gracias a todo lo que tenemos y merecemos es un estado que nos lleva a sentir mayor plenitud y abundancia.
En síntesis, ser agradecidos es buscar lo positivo en cada situación que se nos presente durante el largo camino que es la vida. Al respecto, es necesario promover y mantener una cultura de gratitud, inclusive por lo que nos parezca desagradable en un determinado momento, pues, de todo lo malo puede sacarse una experiencia positiva.
Al dar las gracias o al mostrar una actitud de agradecimiento seremos más felices. Pasamos mucho tiempo malhumorados y protestando por aquellas cosas o situaciones que la vida nos ha negado, es por ello que los expertos en psicología recomiendan practicar una actitud que excluya el narcisismo asociado al desagradecimiento.
El poder de la gratitud
Existe un poder universal, como un principio divino que solo es accesible cuando el ser humano aprende a cultivar hábitos de gratitud, es decir, al experimentar aprecio cuando recibimos la ayuda de los demás.
El poder de la gratitud se ejerce cuando una persona experimenta estima y reconocimiento por otra que le prestó ayuda, sin necesidad de tener que devolver un favor concedido por otro igual o similar.
Como en la vida todo vuelve, cuando somos agradecidos, damos rienda suelta a esa fuerza positiva e invisible que retornará a nosotros con sentimientos de bienestar y felicidad.
Cuando nos convertimos en personas agradecidas, nos damos cuenta de que hemos recibido un regalo maravilloso en todo momento.
A la vez, se reconoce el valor del regalo y las buenas intenciones de quien lo dio. Un regalo o un beneficio bien puede ser emocional, material o espiritual. En este sentido, la gratitud es mucho más que un sentimiento, es consciencia, actitud, aprecio y reconocimiento.
Qué debes saber sobre la gratitud
Es importante conocer el significado de la palabra gratitud, que deriva del latín gratia o “favor” y de gratus: “grato”.
La gratitud es un sentimiento que nos exige valorar el favor otorgado por alguien y expresarlo de una forma socialmente aceptada.
Poner en práctica lo anteriormente señalado, da como resultado que la confianza entre las personas aumente o que a la vez se genere compromiso y amistad entre personas que lleguen a compartir problemas, emociones y soluciones de forma recíproca.
Los estudiosos afirman que de todas las emociones humanas, la gratitud es la más fugaz de todas, pero a la vez, es una de las más enriquecedoras. Tomar cada nuevo día como una ofrenda maravillosa, se convertirá en la experiencia más exquisita y, por cierto, es algo que el dinero no puede comprar.
A finales de los años 90, Martín Seligman, de la Universidad de Pensilvania, conjuntamente con Robert Emmons de la Universidad de California y McCullough de la Universidad de Miami, iniciaron las investigaciones sobre la gratitud.
Estas investigaciones les permitieron afirmar que las palabras gratis, gratitud y gracia, se relacionan entre sí. Es decir, la “gracia” es una expresión teológica, algo que fue dado o entregado sin ser merecido, de ahí la gratitud.
Beneficios de ser agradecidos
Diversas investigaciones realizadas por especialistas en la materia, indican que las emociones positivas que derivan de ser agradecido, son innumerables (tal cual lo afirman McCullough y Emmons). Conozcamos algunas:
- Permite alejarse de la soledad y el aislamiento.
- Promueve crear vínculos con las demás personas y mejorar las relaciones interpersonales.
- Acelera otras emociones positivas como la felicidad y el optimismo.
- Sirve para enfrentar situaciones traumáticas y de estrés.
- Genera fortaleza para tolerar y afrontar diversas circunstancias adversas, para adaptarnos a nuevas situaciones.
- Ayuda y promueve la productividad, así como una mejor calidad de vida, llena de energía y entusiasmo.
- Ser agradecidos nos hace ser personas más empáticas.
- Las personas agradecidas muestran desapego hacia las cosas materiales, resultando ser más espirituales y felices.
¿Cómo manifestar gratitud?
Los expertos en psicología recomiendan dar las gracias a diario en todos los momentos del día. En este sentido, la gratitud puede manifestarse de distintas formas, por ejemplo, agradecer situaciones o beneficios sencillos, como tener fácil acceso para ir a nuestro trabajo, los alimentos que consumimos, una puesta de sol espectacular, etc.
Otra forma de expresar agradecimiento implica directamente a otras personas y supone la aceptación absoluta de su compañía o presencia en nuestras vidas.
Podemos manifestar gratitud hacia la vida misma, el mundo, la pareja, la familia, en todo momento o en ocasiones específicas, generando de esta manera una sensación de bienestar colectivo.
Las personas agradecidas son humildes, honestas, grandes, generosas, justas, ecuánimes y cívicas.
Problemas para manifestar gratitud
La ingratitud, sentimiento generado por conductas catastróficas o pesimistas, como victimizarse o sentirse insatisfecho con lo que se es o se hace, tiene efectos devastadores sobre el individuo.
Reconocidos psicólogos afirman que, desde una óptica psicodinámica, existen un total de tres situaciones inconscientes para manifestar ingratitud, algunas son: complejo de inferioridad, distorsión neurótica y/o falta de buen juicio en motivos complejos.
Por otra parte, una persona vanidosa que siempre encuentre defectos en los demás, jamás podrá ser una persona agradecida. Los sujetos o individuos desagradecidos generalmente son negligentes, egoístas, soberbios, desleales y avaros.
Finalmente, ¿cuál sería la mejor manera de comenzar ese viaje hacia la gratitud plena? Simplemente hay que favorecer siempre los pensamientos positivos y expresar una conducta de aceptación y satisfacción permanentes. Empezar formando esta actitud como un hábito: que sea el hábito del agradecimiento.
La fortaleza psicológica de la gratitud
La gratitud es una cuestión que aumenta su relevancia a medida que se sabe más de ella. Peterson, Seligman y Steen, contribuyeron con múltiples estudios que permitieron demostrar la importancia de dar las gracias y su papel cohesor del grupo.
Un sencillo acto como escribir o dar las gracias verbalmente a otras personas que hayan realizado algo bueno por nosotros, definitivamente fortalece nuestra capacidad emocional y la gestión que hacemos de la misma.
El estudio implementado por los psicólogos, incluía también una estimación sobre los efectos de la ingratitud: indicar a un grupo de personas que escribieran quejas sobre situaciones específicas de sus vidas, tuvo como consecuencia el aumento del pesimismo y una merma de la energía física.
Es importante reflexionar que si bien las circunstancias adversas y los acontecimientos difíciles suelen llevarnos a estados anímicos de tristeza, decaimiento, incomprensión y enfado.
Es conveniente recordar todo lo expuesto y ser conscientes de la suerte que supone vivir de la forma que lo hacemos y tener, en mayor o menor medida, el apoyo de nuestros amigos y la comprensión de nuestros familiares, así que olvídate de lo que no tienes y empieza a dar las gracias por lo que sí abunda en tu vida.