Este es un trastorno que afecta a una gran parte de la población, con el que muchas personas, en algún punto de su vida, se sienten identificadas, deseando que los demás tomen decisiones por ti, desestimando tú mismo la toma de decisiones propias.
El depender de algún tipo de sustancia o rutinas alteradas (p.e, las máquinas tragaperras) para llenar algún vacío sentimental y evitar dolor, depender del dinero para definir nuestro propio valor o depender de otra persona para sentirse amado, atendido y/o aprobado como persona, son tres claros casos de dependencia emocional.
¿En qué consiste la dependencia emocional?
Para explicar esto, recurriremos a un típico ejemplo práctico: la relación entre Laura y su marido Andrés se ha derrumbado. Este se marchó de casa, alegando que ya no soportaba las necesidades que requería Laura para sentirse amada y segura en su relación.
Ahora, los dos viven separados y, la dependencia emocional de Laura ha ido a peor, en estos momentos ella se puede considerar adicta a la sensación de tener a este haciéndola sentir mejor, aunque sea solo mediante un mensaje de texto.
En este caso, Laura no asumió ninguna responsabilidad emocional, ninguna responsabilidad de lo que ella dijo sobre sí misma. El dolor que siente Laura en estos momentos no está causado por el abandono de Andrés, sino por su propio abandono.
Cuando aún vivían juntos y ella tenía algún problema emocional, siempre recurría al cuidado de Andrés, sin derivar la evaluación del problema a su propio juicio. Ahora que su marido no está, se derrumba y llora, dejando pasar el tiempo, añorando ese juez externo de sus emociones, al que ahora no puede recurrir.
Aunque siempre dijo que amaba a Andrés (y, lo más seguro que así fuese), su objetivo principal era ser amada, en lugar de compartir y repartir ese amor. Laura dependía emocionalmente.
Cómo saber si sois personas dependientes
La existencia de una serie de factores, los cuales pueden convivir simultáneamente, pueden ayudar a verificar si sois personas dependientes, algunos ejemplos son los que siguen:
- Sientes que es imposible que te amen, a no ser que otra persona lo apruebe.
- No confías en tus propios sentimientos, necesitas recurrir a otros externos para “validar” los tuyos propios.
- Necesitas la atención de diferentes personas para sentirte bien.
- Tienes miedo al rechazo.
- No saber que hacer contigo mismo cuando no estás junto a los demás.
- Tienes miedo a estar solo: es decir, tienes miedo a la soledad.
- Te sientes vacío por dentro.
- No sabes divertirte a menos que estés con alguna persona que sí sepa cómo.
- Eres celoso tus relaciones amorosas. Si ese es el caso, te recomendamos este artículo para aprender a superar los celos: Cómo controlar los celos
- Te enojas cuando los otros no hacen lo que tú quieres que hagan.
- Crees que todas tus buenas emociones provienen de la otra persona que te ama y es la causa de todas ellas.
- A menudo culpas a otros por tus sentimientos: la ira, el miedo, incertidumbre, etc.
- Crees que tu seguridad depende de otra persona.
- Estás a menudo deprimido, enojado y/o avergonzado por cualquier cosa.
Vuelvo a remarcar que esta no es esta una lista completa, pero espera para que sirva de idea de partida para saber si se sufre de apego emocional (o apego afectivo) tóxico. Para dejar de ser personas dependientes emocionalmente, debes empezar por asumir la responsabilidad de tus propios pensamientos y sentimientos.
Para esto, deberás definir, por tu cuenta, tu propia autoestima, en lugar de pedir la aprobación de los demás. De esta forma, evitaras ser víctima de las decisiones de los demás: es decir, dejarás de ser emocionalmente dependiente para dar paso a la libertad emocional.
La libertad emocional: tratamiento para superar la dependencia emocional
Con este término definimos el concepto antagonista de la subordinación emocional. Eres libres emocionalmente cuando:
- No te ves a ti mismo como víctima. En cambio, tomas responsabilidad por haber causado tu propio sufrimiento observando cómo te auto-tratas.
- Te nutres y aprendes de tus malos momentos de tristeza, dolor y soledad en situaciones dolorosas, como por ejemplo, la muerte de un ser querido.
- No estas gobernado por tus sentimientos, y, en lugar de ello, reconocemos que la felicidad, la paz y la alegría, provienen de nuestro propio cuidado.
Si dejamos que estos estén determinados por otras personas que no seamos nosotros mismos, si nos dejamos llevar y hacemos responsables de nuestro dolor a nuestra pareja, favoreceremos la aparición de la necesidad de eliminar la dependencia emocional.
No obstante, conviene señalar que superar la dependencia emocional, como la recuperación de cualquier otra adicción, conlleva cierto síndrome de abstinencia, del que vamos a hablar a continuación.
El síndrome de abstinencia del apego emocional afectivo
El síndrome de abstinencia de la dependencia emocional se caracteriza por los siguientes síntomas:
1. Pensamientos obsesivos
Durante el síndrome de abstinencia de la dependencia de la emoción, es habitual que la persona dependiente tienda a sentir pensamientos obsesivos relacionados con la antigua pareja. Además, durante este proceso, se tiende a idealizar los buenos momentos e ignorar los malos, haciendo que la sensación sea mucho más dolorosa.
2. Necesidad de tener contacto con la pareja
La persona que se está recuperando de dependencias emocionales, tiende a tener una necesidad incontrolable y compulsiva de mantener algún tipo de contacto con la pareja, a pesar del sufrimiento y humillación pasadas.
3. Angustia, desesperación y ansiedad
Producida por la falta de contacto con la persona de la que se siente apego emocional.
4. Intentos de retomar la relación
Otro síntoma habitual durante el síndrome de abstinencia de la dependencia emocional es el intento de volver a tener una relación con la expareja, aunque ello implique humillante y atente contra la propia dignidad. En este punto lo único que importa a la persona es apaciguar la soledad que le provoca la ruptura y llenar el vacío que siente.
5. Dificultad para conciliar el sueño
En la persona dependiente, la falta de la “droga” implica una dificultad para conciliar el sueño por las noches.
Podría pensarse que esto es una exageración y que no existe tal síndrome de abstinencia en una persona con subordinación emocional, pero la prueba de que sí existe es que, si la persona de la que depende le genera alguna expectativa de retomar la relación, porque pequeña que sea, los síntomas remiten instantáneamente.
Por último, conviene señalar que la duración del síndrome de abstinencia de la dependencia es variable, y puede llegar a durar meses o incluso años (de hecho, es extraño que dure poco tiempo)
En definitiva, toma responsabilidad sobre tus sentimientos y aprende, junto a tu pareja, a mejorar el propio auto-pensamiento. Recordad, somos lo que pensamos, sentimos y hacemos.
Vídeo explicativo
Muy buen artículo.
Comparto lo que decís al 100%. Toda dependencia puede terminar cuando nosotros queramos, pero primero tenemos que detectarla y saber cuál es su alcance.
Muy recomendable. Lo comparto en mis redes sociales. Un abrazo
Hola, muy interesante tu artículo, me interese por él ya que siento que mi vida es muy dependiente de mi esposo: me siento feliz solo cuando estoy con él.
Él pasa mucho tiempo en su trabajo y me dedica muy poco tiempo y de paso los viernes se va a beber alcohol con los amigos y hasta ha amanecido en la calle, eso me pone mal, siento que me está robando el poco tiempo que me dedica, lloro mucho, me siento sola, busco ocuparme para sentirme mejor.
Desearía pasar más tiempo con él, pero lo peor es que él se siente feliz trabajando y con sus amigos y me doy cuenta de que conmigo no se siente feliz, porque si se sintiera bien conmigo buscaría la forma de pasar más tiempo conmigo.