En primer lugar, para hablar de educación sexual, hay que tener claro el concepto de sexualidad. El concepto de sexualidad puede ser difícil de definir, la OMS lo define como:
“Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales.”
Puede resultar un tema controvertido en muchos ámbitos de la vida. Pero cada vez se va normalizando más y se incluye en numerosos programas educativos y de televisión.
También diversas organizaciones no gubernamentales y grupos de padres actualmente desarrollan actividades de educación sexual para jóvenes: charlas informativas, talleres de participación, etc.
La Organización Mundial para la Salud (OMS) ha dedicado mucho tiempo al trabajo sobre la formación sexual y todo lo relacionado con la sexualidad. Así mismo dice:
“La salud sexual es un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.” – OMS.
El filósofo Maurice Merleau Ponty es uno de los referentes históricos en materia de sexualidad. Su visión ha resultado un punto de inflexión a la hora de estudiar la sexualidad humana. Este filósofo entendía la sexualidad como una parte de la personalidad del ser humano.
Con la evolución y adquisición de libertades, y la concesión de los derechos humanos, la sexualidad va dejando de ser un tema tabú. Cada vez más se aboga por la inclusión de la educación sexual en la educación a todos los niveles.
Es muy importante introducir la enseñanza sexual desde la infancia debido a que puede resultar un arma muy eficaz contra el sexismo, la discriminación, la homofobia y todos los conflictos relacionados que derivan de la falta de información.
Así mismo, es fundamental desarrollar un modelo de educación sexual conjunto y completo. A lo largo del tiempo se han producido contradicciones en la enseñanza lo que ha dado lugar a muchas confusiones de información y datos errados.
La educación sexual ha sido utilizada por diferentes corrientes enfrentadas que tienen opiniones encontradas, haciendo de ésta un campo de lucha y no una problemática que requiere ser abordada en todas sus formas y niveles.
Modelos de educación sexual
Los modelos de educación sexual han seguido diferentes corrientes:
La educación sexual tradicional
Esta corriente se ha seguido en España y en los países cristianos en los últimos tiempos, este modelo tiene una visión de la sexualidad desde el punto de vista cristiano. Apuesta por la sexualidad con el fin exclusivo de la procreación y no por placer.
La educación sexual higienista
Este modelo se centra en la prevención de contracción de enfermedades de trasmisión sexual. Promueve la abstención sexual como mejor forma de prevención, también fomenta el uso de métodos de barrera y advierte de los peligros de la sexualidad.
En países en los que las enfermedades de trasmisión sexual son un gran problema, como en África por ejemplo, es el principal modelo que se implementa. También está cobrando importancia en países europeos donde los casos de contagio de VIH y otras enfermedades se han incrementado.
La educación según la religión
La sexualidad y la educación sexual, como ya se ha mencionado anteriormente, en muchas ocasiones están ligadas a las creencias personales. Por tanto, según la religión que se practique se tiene una percepción propia de ellas.
Generalmente, se apuesta por la sexualidad para la procreación y se prohíbe el uso de métodos anticonceptivos, por estar estos en contra de la naturaleza divina.
La educación sexual según la corriente política
En muchas ocasiones la educación sexual es tema de debate político, el tema más conocido quizá sea el de aborto si/aborto no. Cada corriente política tiene una percepción de la sexualidad que puede ser más o menos tradicional.
Independientemente de esto, la sexualidad se incluye en la agenda política y dependiendo del partido que gobierne se cambian las leyes e incluso los derechos sexuales.
La educación sexual democrática y sin tabúes
Este tipo de educación sexual se está promoviendo en los últimos años debido a que se intenta normalizar e incluir en la vida diaria con el fin de que este deje de ser un tema tabú.
Su principal fin, es que los jóvenes y adolescentes cuiden su salud sexual a raíz del conocimiento de todos los peligros a los que se pueden enfrentar.
También tiene como objetivos conseguir la tolerancia y el respeto de todos los puntos de vista diferentes que se pueden tener a cerca de la sexualidad.
Los derechos sexuales
Al igual que la sexualidad y la educación sexual, los derechos sexuales han sido un tema complicado que tratar. A nivel mundial es muy complicado tratarlo debido a las diferentes conciencias que existen entre los países del mundo. Las diferentes religiones y los distintos tipos de gobierno hacen de este un tema que ha llevado tiempo en abordarse.
En concreto, la OMS junto con la WAS (Asociación Mundial de Sexología) y delegados de más de 60 países aprobaron la Declaración de Valencia de los Derechos Sexuales. La firma de esta declaración se produjo en el XIII Congreso Mundial de Sexología denominado “Sexualidad y Derechos Humanos”, el 29 de junio de 1997 en Valencia, España.
La Asamblea de la Asociación Mundial de Sexología (WAS) aprobó la firma de esta declaración en el XIV Congreso Mundial de Sexología en 1999 en Hong Kong.
En este congreso se declararon universales los derechos sexuales, basándose en la libertad, igualdad, y dignidad que disfrutan todos los humanos. También incluye la salud sexual como un derecho fundamental.
La Declaración de los Derechos Sexuales reconoce los siguientes derechos que han sido declarados universales:
El derecho a la libertad sexual
Este derecho reconoce la libertad sexual, pudiendo expresarse el potencial sexual de cada persona pero excluyendo la explotación y los abusos sexuales a cualquier persona.
El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexual
Este derecho reconoce a cada persona la libre decisión sobre su propia vida sexual dentro de sus principios. Quedando libre de tortura, mutilación o cualquier otro tipo de violencia.
El derecho a la privacidad sexual
El derecho a la privacidad sexual reconoce la capacidad de decisión sobre las conductas sexuales que se produzcan en la intimidad de una persona siempre que no se vulneren los derechos sexuales ajenos o propios.
El derecho a la equidad sexual
El derecho a la equidad sexual defiende la protección de cualquier persona, independientemente de su orientación sexual, raza, genero, discapacidad… frente a la discriminación.
El derecho al placer sexual
El placer sexual, incluyendo el autoerotismo, es fuente de bienestar físico, psicológico, intelectual y espiritual.
El derecho a la expresión sexual emocional
Este derecho protege la posibilidad de cualquier persona a expresar su sexualidad y sus sentimientos.
El derecho a la libre asociación sexual
El derecho a la libre asociación sexual protege la capacidad de decisión de las personas de casarse o no, separarse o divorciarse, o mantener relaciones sexuales siempre que se respeten los derechos sexuales propios y ajenos.
El derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables
Este derecho aboga por la capacidad de decidir de una persona acerca de si quiere tener hijos o no, el número de hijos que quiere tener y el espacio de tiempo entre cada uno. Así como protege el derecho a la utilización de métodos de regulación de la fecundidad y anticonceptivos.
El derecho a información basada en el conocimiento científico
El derecho a la información basada en el conocimiento científico apuesta por la difusión de información adaptada a todos los niveles acerca de la sexualidad con base científica libre y ética.
El derecho a la educación sexual integral
Este derecho apuesta por la educación sexual desde la infancia para que se conozcan y respeten los derechos sexuales a lo largo de toda la vida. La educación sexual debe fomentarse por las instituciones sexuales.
El derecho a la atención de la salud sexual
Este derecho declara que todas las personas deben tener la atención sanitaria en materia de salud sexual necesaria, incluyendo tratamientos y consultas necesarias para acabar con los problemas.