Estrés emocional

Hoy en día, vivimos en un mundo acelerado donde las demandas hacia nosotros son cada vez mayores y las exigencias parecen no tener límite. De hecho, el estrés forma parte de nuestra cultura y se promueve como sinónimo del éxito.

¿Quién no sabe qué es el estrés? ¿Quién no ha estado estresado alguna vez? ¿Quién no quiere vivir menos estresado? El estrés, sin duda, parece uno de esos elementos no deseados, pero inevitables de la vida moderna, como el tráfico o la contaminación, algo inherente a la vida urbana.

Sin embargo, ¿qué sabemos sobre el estrés emocional? ¿Existe más de un tipo de estrés? Y lo más importante, cómo podemos manejarlo. En este artículo trataremos de dar respuesta a estas interesantes preguntas.

Tipos de estrés

Aunque, normalmente, solo hablamos de estrés emocional en términos generales, existen distintos tipos de estrés y es bueno diferenciarlos para poder abordar su tratamiento de forma más adecuada. Veamos qué tipos de estrés existen (el emocional está al final de la lista de tipos):

Según su efecto:

Estrés Bueno o Eustrés

Un poco de estrés puede ser estimulante, nos saca de la rutina, nos impulsa y nos motiva. Un reto por cumplir, una meta que alcanzar, pueden generarnos una dosis de estrés adecuada que termine siendo beneficiosa para nosotros mismos. Esto es lo que se conoce como estrés positivo o Eustrés.

Estrés Negativo o Distrés

Este es el tipo de estrés al que normalmente nos referimos para indicar que nos encontramos expuestos a grandes presiones de distinta índole que terminan por agotarnos y saturarnos. Es el estrés que nos hace daño, el que nos hace más difícil el camino.

Según el tiempo de duración:

Estrés Agudo

Se da cuando nos encontramos en circunstancias que exigen de nosotros un esfuerzo mayor a lo habitual. Pueden ser circunstancias agradables pero demandantes.

Ejemplo: Ana y Juan se van a casar, están felices por ello. Sin embargo, los preparativos de la boda son complicados, hay muchos detalles por ver, presupuestos que ajustar, muchas decisiones por tomar, el tiempo apremia y desde luego, ellos quieren que todo salga perfecto. Todo esto les genera estrés y hasta muy probablemente tengan algunas discusiones de pareja por esta causa, ellos están pasando por un momento de estrés agudo.

Estrés Agudo Episódico

Ocurre cuando nos vemos expuestos a episodios de estrés agudo con relativa frecuencia. Es decir, es un tipo de estrés que se repite constantemente.

Ejemplo: Laura es estudiante universitaria, estudia odontología y ya va por la mitad de la carrera. Laura es una chica muy trabajadora, se preocupa por sus cursos y le interesa estar siempre entre los primeros lugares de su promoción. Por la misma causa, cada vez que es época de exámenes, Laura pasa muchas horas estudiando, duerme poco, se pone ansiosa, etc. En otras palabras, las épocas de exámenes estresan a Laura. Ella tiene un estrés episódico agudo.

Estrés Crónico

Se refiere a un tipo de vida en donde los niveles de estrés suelen ser altos y constantes, es decir, aquellas cosas que nos estresan durante largos periodos de nuestra vida:

Ejemplo: Andrés trabaja en un banco, actualmente se desempeña como subdirector de una entidad bancaria. Andrés debe lidiar cotidianamente con distintos tipos de problemas: rentabilidad de la oficina, relaciones interpersonales con la gente a su cargo, la satisfacción de los clientes, las demandas de la casa matriz, etc. Andrés no recuerda cuándo fue la última vez que tuvo un día tranquilo, pues todos los días hay temas nuevos por resolver. Incluso durante sus últimas vacaciones le fue muy difícil desconectarse. Andrés reconoce estar estresado, pero de alguna manera, se ha acostumbrado a vivir con ello. Andrés tiene un estrés crónico.

Según la causa:

Estrés Laboral

Es aquel que está íntimamente vinculado a nuestro trabajo. Se puede presentar por una sobrecarga laboral, por una insatisfacción con nuestro puesto o con las condiciones de trabajo o por un mal clima laboral. Tiene un impacto directo en nuestra motivación hacia el trabajo, así mismo, puede ser el responsable de una disminución en la productividad de los trabajadores.

Estrés Postraumático

Cuando una persona ha vivido una situación extrema, como un accidente, episodios de violencia (sexual o de otra índole) o algún otro tipo de evento traumático en su vida, es lógico pensar que no basta con que el evento acabe para que la persona se sienta automáticamente bien.

Las personas que han experimentado estas circunstancias, donde el estrés ha sido altísimo, pueden presentar, después, síntomas de ansiedad, recuerdos muy intensos sobre los acontecimientos y en general muestran un nivel de estrés elevado, a pesar de que la situación que generó este estrés ya terminó. A esto se le conoce como el estrés postraumático.

Estrés Emocional

El estrés emocional se da cuando nos vemos expuestos a circunstancias o situaciones que afectan nuestro mundo emocional, algunos temas con los que no podemos lidiar o que nos son difíciles de manejar y nos terminan desgastando emocionalmente.

Este tipo de estrés está muy vinculado a temas como la muerte de algún familiar, las malas relaciones de pareja o las malas relaciones en el hogar en general, aunque los problemas con amigos o colegas podrían también ser una causa de estrés emocional.

Estrés emocional

Consecuencias del estrés emocional

No todas las personas reaccionan igual ante los mismos hechos. Lo que a una persona le puede estresar, para otra puede pasar desapercibida. De igual modo, no todas las personas estresadas tendrán las mismas consecuencias, estas varían mucho de persona a persona, pero entre las principales tenemos las siguientes:

  • Consecuencias físicas (reacciones fisiológicas de nuestro organismo al estrés)
    • Trastornos cardiovasculares: hipertensión arterial, taquicardias.
    • Trastornos respiratorios: asma, hiperventilación
    • Trastornos gastrointestinales: gastritis, úlceras, estreñimiento
    • Trastornos dermatológicos: sudoración excesiva, dermatitis
    • Trastornos musculares: tics, contracturas
    • Trastornos sexuales: impotencia, eyaculación precoz, alteraciones del deseo sexual.
  • Consecuencias psicológicas
    • Trastornos de ansiedad: miedos, fobias, conductas obsesivo-compulsivas
    • Trastornos del estado de ánimo: depresión
    • Trastornos del sueño: insomnio

¿Qué es el estrés emocional?

Ahora que ya hemos visto los distintos tipos de estrés y las consecuencias de este en nuestras vidas, es conveniente puntualizar qué es el estrés emocional, pero para ello, es necesario primero definir el estrés.

La palabra estrés tiene su origen en el vocablo inglés stress, que básicamente quiere decir tensión o presión. Hoy en día los científicos definen el estrés como la reacción del organismo ante cualquier demanda que se le imponga.

En el caso del estrés emocional, podríamos definirlo como la reacción del organismo ante demandas de tipo emocional o afectivas

El estrés emocional, al igual que el estrés en general, no es necesariamente malo. Una madre que acaba de dar a luz, por ejemplo, está expuesta a un alto grado de estrés, pero gracias a ello logra despertar con prontitud cuando su bebé llora, pues el estrés la mantiene en un estado de alerta máxima.

Sin embargo, a veces no sabemos cómo manejar nuestro estrés y eso nos termina dañando tanto física como psicológicamente

Síntomas del estrés emocional

Estos son los principales síntomas que suelen presentarse:

  • Síntomas emocionales: Cambios abruptos de humor, mal genio, sensación de sentirse abrumado/a, sentimientos profundos de soledad, pérdida de la capacidad de disfrutar de las cosas simples y constante ansiedad.
  • Síntomas cognitivos: Dificultad para concentrarse, mala memoria, preocupación constante, sesgo negativo de la información (ver solo el lado malo de las cosas), excesivo temor al fracaso, excesiva autocrítica, etc.
  • Síntomas conductuales: Dormir en exceso o dormir muy poco, comer en exceso o comer muy poco, aislarse de los demás, descuidar las responsabilidades adquiridas, hábitos nerviosos (como comerse las uñas), así como consumir alcohol o drogas de forma excesiva y descontrolada.

Estrés emocional

Tratamiento del estrés emocional

Las técnicas y terapias para manejar el estrés son interminables, saber cuál es la más adecuada dependerá, en buena medida, de conocer las causas del estrés EMOCIONAL. No es lo mismo atravesar por un periodo de estrés por la muerte de un familiar, que hacerlo por la mala relación con un miembro de la familia, pero en términos generales podemos recomendar lo siguiente:

1. Identifica las causas de tu estrés emocional

Como mencionamos más arriba, las causas del estrés pueden determinar en buena medida la manera de manejar o controlar el mismo. Así pues, si la razón del estrés es un tema no resuelto, lo mejor que podemos hacer es resolverlo.

Por ejemplo, si estamos estresados porque discutimos con la pareja, nada mejor para tratar el estrés que con una conversación serena y madura para resolver el conflicto, inclusive si la resolución del conflicto fuera romper la relación. Tener claro ese panorama puede ser menos estresante que vivir en la angustia de no saber qué pasará.

2. Ten paciencia contigo mismo/a

A veces, el estrés proviene de cosas que escapan a nuestro control y no podemos resolver, por ejemplo, la muerte de un familiar. En estos casos es necesario entender y asimilar que no hay nada que hacer y que muy probablemente nos sintamos mal un tiempo más.

A veces nuestros deseos de ponernos bien de inmediato nos generan ansiedad y nos podemos juzgar con dureza si no logramos superarlo tan pronto como esperamos, lo que termina por incrementar nuestro nivel de estrés. Por eso, es necesario tener paciencia y entender que todos tenemos derecho a estar un poco tristes por un tiempo.

3. No te aísles

La tensión emocional nos desgasta, por lo que muchas veces queremos estar solos y alejamos a las personas que quieren apoyarnos, esto puede ser peligroso, pues enfermedades psicológicas como la depresión, podrían instalarse en nuestro ser y superarlas será complicado.

Por lo mismo, debemos mantener siempre cerca a las personas que nos quieren y nos pueden como tratamiento del estrés emocional en el que nos encontramos.

4. Realiza actividades que sean de tu agrado

Busca distraerte, sacar tu mente del tema que tanto te estresa, realiza tu actividad favorita con toda la frecuencia que te sea posible.

Por supuesto, siempre y cuando no se trate de una conducta autodestructiva, como el consumo de alcohol o drogas. Pero salir a caminar, ir al cine, salir de viaje, o cualquier actividad que te resulte placentera, será de gran ayuda, pues te permitirás sentir emociones positivas durante el día y estas emociones te irán ayudando a sentirte mejor

En general, el estrés emocional, al igual que el estrés de forma global, se presenta por causas distintas, se experimenta de formas distintas y se maneja de maneras distintas. Cada uno de nosotros debe conocerse lo suficiente como para saber qué le estresa, cómo se comporta cuando se estresa y qué cosas le ayudan a manejar su estrés.