Antes de hablar de las fases del duelo, debemos empezar con su definición. Este se define como aquel proceso que aborda el ser humano en cuya virtud se produce una adaptación a una pérdida.
Este proceso puede obedecer a diversas pérdidas como podría ser la pérdida de un ser querido, de la pareja, del empleo, de una mascota, etc.(1)
No obstante, este no es un proceso puramente humano, sino que, además, también afecta a algunos animales. El duelo ha sido un tema tradicional en la literatura clásica, debido a su importancia en el ser humano.
Este puede ser uno de los grandes retos a los que nos enfrentemos en la vida, ya que causa una sensación de vacío y de dolor profundo. El duelo no es un proceso que dure un corto periodo de tiempo, sino que es un proceso de larga duración y que atraviesa diferentes fases.
No obstante, es un proceso necesario, ya que, reacciones como la represión pueden ser contraproducentes, yo mismo a veces me negaba a expresar mis sentimientos, no obstante hablar con amigos y familiares supuso un gran avance tanto para mi bienestar físico como mental.
Las fases del duelo
Según la doctora Elisabeth Kübler-Ross este se manifiesta en 5 fases del duelo, que se pueden resumir en el acrónimo NINDA:(1)(2)
1. Primera fase del duelo: Negación
La primera de todas las fases del duelo es la negación, es ese momento en el que perplejos por la noticia que resulta ser devastadora negamos la realidad para alejarnos de la misma. La frase que podría resumir esta, dentro de todas las etapas del duelo, es “Esto no me está pasando a mí”.(2)
Y es que de verdad creemos que no nos está pasando a nosotras, ya que, se produce un shock que nos impide reaccionar y afrontar la situación como es debido. Nos invade por tanto un sentimiento de incredulidad.
La negación, por tanto, resulta ser una de las fases necesarias, no obstante, no debe ser eterna ya que se debe de avanzar a la siguiente fase. Esto se debe a que la represión puede dar lugar a enfermedades (no mentales) como el dolor en el pecho, en la tripa o problemas de tensión.
2. Segunda fase del duelo: Ira
En la segunda de las cinco fases del duelo, el sentimiento que cobra protagonismo es el de la ira. En esta fase nos preguntamos porque el mundo ha sido tan injusto y nos ha apartado de ese ser tan querido o del empleo de nuestros sueños.
En esta etapa aparecen problemas, como podrían ser el insomnio, las pesadillas y cierta clase de trastornos del sueño. La rabia y la impotencia producen que estemos menos concentradas y por tanto, que nuestro rendimiento baje.(2)
En esta fase se buscan razones causales para entender la pérdida y se produce un intenso sentimiento de culpabilidad. No obstante, debemos ser fuertes y no culparnos de la pérdida, ya que lo más seguro que es que nosotras no hayamos tenido nada que ver en ello.
Elisabeth Kübler-Ross afirma que es necesario que la persona que está afrontando el duelo exprese su ira, sin condicionamientos. Es decir, debemos mostrar nuestros sentimientos y no reprimirlos para poder avanzar a la siguiente fase.
3. Tercera fase del duelo: Negociación
La tercera de las 5 etapas del duelo manifestarse antes o después de la pérdida. Es un mecanismo de defensa para protegerse de la realidad, albergando falsas esperanzas, como por ejemplo, la curación del ser querido, aunque la enfermedad sea incurable.
En esta se pretende retrotraerse en el tiempo para volver a una situación inicial en el que el dolor no existía, por lo que es una de las etapas más importantes. Se intenta por tanto buscar una solución a la perdida, pese a que esto sea imposible.(2)
4. Cuarta fase del duelo: Depresión
Esta es una de las fases del duelo más importantes del proceso, y, a nivel emocional la más sufrida. En estas etapas, el sentimiento principal es de la tristeza. En esta fase también cobran especial relevancia los sentimientos de irritabilidad y de impotencia, pero son consecuencia de la tristeza que nos ha producido la pérdida.(2)
5. Quinta fase del duelo: Aceptación
La última de las etapas consiste en aceptar la realidad de que se ha producido la pérdida. En esta fase se comienza a volver a la rutina diaria, se produce además una cierta introspección, en virtud de la cual, se analiza el crecimiento que se produce al superar el proceso de duelo.(2)
Consejos para comprender y acelerar las etapas del duelo
Como hemos podido observar la muerte de un ser querido origina el proceso de duelo que se divide en una serio de fases. No conviene saltar de una fase a otra sin haberla experimentado de una forma correcta, no obstante, el proceso se puede acelerar.
Consejos útiles que te puedo dar son: hablar mucho con la gente más íntima de tu entorno, sentirnos rodeadas de nuestros seres queridos puede provocar un sentimiento de recogimiento emocional muy útil y cálido. Además, hablar del tema puede aliviar nuestros sentimientos y así evitar la represión de los mismos.
Aunque nosotras no hayamos sufrido la pérdida, resulta fundamental apoyar a la persona que si la ha sufrido. Esto se debe a que nos ayudará a afrontar futuros procesos de duelo y nos permitirá ser más empáticas. También ayudaremos a una persona que está pasando un mal momento.
Acudir a un psicólogo puede ser una muy buena alternativa para afrontar los procesos de este.
Por ello, si te ves incapaz de superarlo con tus propias herramientas, un psicólogo te puede guiar y ayudar a que superes las distintas fases del duelo.(2)
Tipos de duelo
El duelo en sí, no es una enfermedad, pero puede llegar a serlo. Esto se produce cuando este no resulta ser afrontado con la perspectiva correcta. Estos son los diferentes tipos de duelo:(1)(3)
1. Duelo bloqueado
Se produce una negación de la pérdida y un bloqueo emocional-cognitivo. Este bloqueo se manifiesta a través de diversas conductas.
2. Duelo patológico
La persistencia de los síntomas produce un parón, ya sea en la vida laboral, académica o social. Conviene acudir a un especialista.
3. Duelo complicado
Se produce una serie de conductas o síntomas de riesgo peligrosas para la salud del individuo que sufre el duelo.
¿Cuándo acaba el duelo?
Es muy difícil definir cuándo es el momento en el que acaba un proceso de duelo. Normalmente, se produce cuando nos adaptamos de nuevo a la rutina, es decir, volvemos a hacer vida normal sin que le suceso nos afecte. Quizás un leve recuerdo de vez en cuando, pero no constantes.
En este momento podremos mirar atrás y pese a sentir pena por el suceso, lo cual es totalmente normal, esta no será excesiva por lo que podremos vivir nuestra vida con normalidad y de esta manera avanzar.
Superar el duelo nos hace más fuertes psicológicamente y por tanto, podremos afrontar otros eventos aún más crudos y superarlos, ya que nos convertiremos en una persona con una gran estabilidad emocional, que no se derrumba ante sus problemas, y por ello seremos capaces de vencer a estas situaciones adversas.
En conclusión, las fases del duelo finalizarán cuando seamos capaces de hablar del suceso sin derrumbarnos y centrarnos en las sensaciones positivas que nos producía aquel ser querido o aquel trabajo, olvidando las negativas.