Miedo al compromiso

Roberto tiene 38 años. Tiene un buen trabajo, y hace seis meses inició una relación con Lucía, una chica estupenda,  algunos años menor que él. Roberto aún es soltero, no tiene hijos, y por lo pronto no piensa en casarse.

A pesar de que ya casi todos sus amigos han formalizado sus relaciones, formaron sus hogares, son padres de familia y ya se estabilizaron, Roberto aún no está seguro de querer pasar a la fila de los casados. Ha tenido muchas novias. Con algunas de ellas el noviazgo duró varios años, sin embargo, nunca quiso llegar al altar o irse a vivir con ninguna.

¿Por qué Roberto no logra dar el siguiente paso en su relación? Porque quizás empieza a asomarse el miedo al compromiso. La idea de pasar el resto de su vida con la misma persona, la posibilidad de equivocarse en esta decisión tan importante lo atormenta y lo aleja de cualquier vínculo estable. Roberto, por tanto, sufre de indicios de cierto tipo de fobia.

Miedo al compromiso: ¿de qué estamos hablando?

Puede hablarse de trastorno de ansiedad cuando la persona experimenta un fuerte temor que en este caso tomaría forma en conductas de temor al compromiso. Por ello la persona para evitar sentir esta sensación evita llevar la relación a esta situación que le produce ansiedad y miedo. Así las personas que padecen de esta fobia terminan boicoteando sus propias relaciones, de manera tal que nunca llegan a comprometerse del todo.

Cuando nos encontramos dentro de una relación, es natural que con el tiempo esta relación vaya madurando. Con el tiempo los lazos se vuelven cada vez más sólidos y duraderos. Todo esto muchas veces conlleva a construir proyectos de vida conjuntos entre los cuales muchas veces es el proyecto de familia y con ello decisiones serias como el acto de matrimonio, lo cual sin duda es un cambio importante en la vida de una persona.

Es lógico que un cambio de esta magnitud genere un cierto temor natural. Esto es normal, ya que tomar una decisión tan importante requiere pensarlo con detenimiento.

Sin embargo, existen personas en las que este temor natural se exacerba de manera tal que se paralizan, se estresan y buscan desesperadamente huir de la sola posibilidad de tener que llegar al temido compromiso.

Miedo al compromiso

¿Cuáles son los motivos que pueden desencadenar la fobia al compromiso?

Sin duda esta es una pregunta compleja y las respuestas pueden ser muy variadas, pero veamos algunos de los principales motivos que terminan generando este miedo exagerado al compromiso.

1. Temor al fracaso

Toda relación conlleva siempre la posibilidad de que termine, que se acabe y que, por lo tanto, esta ruptura nos produzca sufrimiento. Pero este temor no se puede evitar porque el vínculo de amor y compromiso es complejo e impredecible en su desarrollo.

Lo que sí puede ayudar en estos temores es controlar los pensamientos negativos y enfrentar los miedos comprendiendo que cada relación y cada compromiso aportan hermosas experiencias también y hermosas sensaciones.

Cuando uno formaliza una relación, aunque no exista un matrimonio como tal, la pareja hará una vida en común, compartirán sus finanzas personales, comprarán bienes de manera conjunta, tendrán hijos, y en general compartirán una vida en común.

Si la relación acaba luego de esto, será un proceso mucho más difícil y doloroso que si se hubiera acabado en la primera etapa del enamoramiento. Por eso algunas personas prefieren evitar dar el siguiente paso, quedándose en el paso mas efímero y donde los sentimientos aún pueden controlarse ya que si la relación termina en esta breve etapa no será tan difícil reponerse.

2. Malas experiencias pasadas

Las personas que han atravesado una ruptura complicada, bien sea porque ya tenían muchos años juntos, o porque han afrontado un proceso de divorcio; o incluso si han vivido la separación de sus padres cuando eran niños de una forma muy dolorosa, es muy probable que no quieran verse envueltos en circunstancias similares; por lo tanto, tratarán de evitar llegar hasta ese punto.

La forma más segura de evitar un divorcio es no casarse. Claro está que una convivencia de muchos años, con hijos pequeños de por medio, tiene las mismas implicaciones emocionales si llegara el momento de la separación, aunque no existan papeles de por medio.

3. Temor al cambio

Dar el siguiente paso en una relación es, sin duda, hacer cambios en nuestras vidas. Nuestra vida comienza a cambiar desde ese momento y nuestras prioridades también, ya que comienzan a generarse espacios nuevos donde la pareja pueda compartir y esto implica estructurar nuestras rutinas de manera diferente, implicando así un cambio. Este cambio no es algo fácil de afrontar para todos, algunos están muy acostumbrados a sus propias rutinas y hábitos.

Para cambiar debemos salir de nuestra zona de confort, debemos afrontar el miedo a la incertidumbre, a lo desconocido. Necesitamos apostar para poder ganar. Pero para algunas personas el miedo es tan intenso que prefieren quedarse en su zona de confort incluso sabiendo que podría haber algo mejor más allá de lo que ya conocen y sienten más seguro.

4. Dificultad para cerrar una etapa

Cuando somos niños, llega un momento en nuestras vidas en que queremos seguir siendo niños por siempre. Todos recordamos el famoso cuento de Peter Pan, que vivía en el mundo del Nunca Jamás, y podía seguir siendo niño para siempre. Pero, nos guste o no, no somos Peter Pan, ya que inevitablemente hemos dejado la niñez atrás.

Atravesar diferentes etapas madurativas en nuestras vidas es difícil porque muchas de ellas nos brindaron grandes momentos de disfrute lejos de responsabilidades y obligaciones. Pero a medida que uno empieza a crecer y comienza su etapa de adultez comienza a descubrir que las responsabilidades, proyectos y obligaciones empiezan a tomar mayor forma en el escenario de la vida.

temor al compromiso

Comprometerse, sin duda, implica un paso importante hacia la vida adulta ya que con ello llegarán los hijos, las responsabilidades económicas crecerán, y nuestra vida será cada vez más la de un adulto responsable. Esa idea nos puede llegar a asustar tanto que tratamos de extender lo más posible nuestra juventud. Pero para ser sinceros, nadie puede vencer el tiempo, por el contrario lo mejor es aprender a llevarse con él y disfrutar lo propio que nos brinda cada etapa de la vida.

¿Cómo son las personas que sufren este miedo al compromiso?

Generalmente las personas con miedo al compromiso no reconocen tener un problema. Suelen ser más bien sus parejas las que más sufren, pues sienten que no pueden avanzar con sus vidas, tal como les gustaría.

Las personas con este temor al compromiso, sin darse cuenta y de manera inconsciente boicotean sus propias relaciones. Por lo que pueden ser personas muy controladoras o muy celosas. En términos generales terminan teniendo relaciones conflictivas, con muchas rupturas y vueltas, de manera tal que la mala relación en cierto modo justifica por qué no se da el siguiente paso.

No se trata de que estas personas no amen a su pareja pero el miedo a que la relación siga avanzando hace que sin darse cuenta generen conflictos en la relación.

Algunas veces estos conflictos hacen que la relación continúe con altos y bajos de modo que nunca llegue a consolidarse, otras veces la relación se termina rompiendo y es muy probable que la persona con este problema inicie una nueva relación con las mismas características.

Como en el caso de Roberto, que, pese a haber tenido diferentes parejas, aún no logra estabilizarse con nadie.

Cómo superar el miedo al compromiso

Es fundamental que la persona reconozca que algo no está bien en su modo de vincularse y que requiere ayuda. Aceptar siempre es el primer paso para el cambio.

Por norma, este tipo de personas consigue darse cuenta de que tiene un problema cuando, con el transcurrir de los años, no alcanza la estabilidad emocional y de pareja que desea, cuando en su entorno más cercano las personas de su edad van consolidando sus relaciones y asumiendo su vida adulta.

A veces el temor a perder a quien aman también puede llevarlos a reaccionar e iniciar alguna acción para vencer su profundo fobia al compromiso.

Para superar este miedo se podría trabajar con un especialista de psicología, las  causas que originaron este temor, por ejemplo, el divorcio de los padres, o una mala experiencia anterior, o alguna otra causa que una vez descubierta tendrá que ser procesada y asimilada por la persona.

Se trata de reconciliarnos con esa parte de nuestra historia personal que aún nos lastima y que nos lleva a querer evitar circunstancias similares. Cuando seamos capaces de superar ese pasado, estaremos un poco más preparados para nuestro futuro.

A pesar de tener dudas y sentir miedo, debemos romper con nuestra zona de confort y animarnos a ir más allá. No será fácil, porque el miedo al compromiso estará aún presente, pero los fantasmas desaparecerán cuando los enfrentemos.