Terapia Gestalt

En muchas ocasiones podemos encontrarnos con personas que se sienten internamente vacías, debido a que no son capaces de identificar ni de encontrar aquello que les hace realmente felices en la vida.

Son personas que siempre tratan de buscar esta felicidad probando miles de estrategias dirigidas a este fin, pero que nunca logran encontrar aquello que les completa.

Esto representa todo un problema, sobre todo en el campo de la pareja. Normalmente estas personas se muestran desatentas con la persona que tienen a su lado, pues están demasiado centrados en encontrar la fórmula de la felicidad y la aprobación de aquellos que le rodean.

De esta forma, van distanciándose cada vez más de las personas realmente importantes, incluyendo de la pareja.

Por suerte, a día de hoy, estas personas no representan un caso perdido, ya que existe una terapia que les ayuda mucho a encontrarse a ellas mismas: se denomina Terapia Gestalt.

¿Qué es la terapia Gestalt?

La terapia Gestalt es una terapia orientada a que estas personas para que encuentren aquello que les realiza, les hace crecer y, por tanto, hace que puedan encontrar la satisfacción en alguna de las actividades que realicen. De esta forma desaparece el sentimiento de vacío que les caracteriza.

Realmente, se trata de una psicoterapia humanista y trata de ahondar en el subconsciente de la persona y especialmente en posibles traumas que haya tenido en momentos pasados de su vida. De esta forma, corrigiendo el problema desde su raíz, se puede eliminar aquel elemento que bloquea a la persona para que se desarrolle de manera correcta.

De esta manera, la terapia se centrará directamente en que la persona sea consciente de ella misma, que se perciba de una manera más completa. Solamente consiguiendo la armonía y la conciencia entre sentimientos, emociones y pensamientos se puede lograr un equilibrio que nos permita alcanzar la felicidad.

Para ello, la persona deberá investigar dentro de ella misma. Y para esto es tremendamente importante vivir en el presente, no centrarnos en los elementos que puedan pertenecer al pasado. Tampoco a aquellos que corresponden en el futuro. Es muy importante que la persona sea consciente de ella misma en el presente.

Orígenes de la terapia Gestalt

Esta terapia surgió a raíz de un libro publicado en 1942, cuyos autores eran un matrimonio de un psiquiatra y una psicóloga.

El libro se denomina comúnmente como ‘’El comienzo de la Terapia Gestalt’’. Sin embargo, el libro más relevante para este campo fue escrito por el catedrático de psicología Paul Goodman, pues asienta las bases y principios básicos de esta. Este libro se denomina PHG.(1)

De esta manera, tras la publicación del libro, se abrió un instituto especializado en la investigación de este campo, y paulatinamente comenzó a observarse que constituía más bien un estilo de vida que una terapia para tratar determinadas afecciones mentales.

En cualquier caso, hacia la última década del siglo XX, la terapia Gestalt comenzó a cobrar una gran relevancia, posicionándose como una de las ramificaciones de la psicoterapia y centrada en el desarrollo personal en cuanto a la organización, y la forma que tenemos de relacionarnos con el entorno.(1)

Así, esta es una de las más efectivas y extendidas a la hora de lidiar con este tipo de problemas que sufren determinadas personas. Como hemos podido observar, es bastante efectiva y su desarrollo se ha extendido enormemente a lo largo de todo el mundo.

Principios básicos de la terapia Gestalt

La terapia Gestalt es reconocida por tratar exhaustivamente el desarrollo y no el resultado, por lo que da una extrema importancia a todo el proceso. Y es que el camino es más importante que el fin. De esta manera, podríamos decir que uno de los principios básicos de esta es la conciencia del momento presente.

Lo importante es lo que está pasando ahora, y más concretamente, en lo que se está sintiendo y en lo que se está pensando en un momento que está transcurriendo en este momento.

De esta manera, se debe restar importancia a lo que se pensó y sintió en un pasado, pues centrarnos en estos momentos, lo único que producirá será un bloqueo en la persona y no permitirá que avance.

Es fundamental vivir en el momento presente y tomar conciencia de nosotros mismos.(2)

Todo ello, nos lleva al segundo de los principios básicos de la terapia Gestalt. Este fundamento se denomina awareness. Traducido al castellano quiere decir ‘’darse cuenta’’, es decir, tomar conciencia de nuestro ser en todo momento, de lo que estamos sintiendo, de lo que estamos haciendo y de lo que estamos pensando.

Esta es una manera de poner en armonía todos los elementos que constituyen nuestra persona presente, y por ello se presenta como la forma idónea de aceptarnos a nosotros mismos.(2)

Solo de esta manera se conseguirá una respuesta enfocada en el presente y no en una que responda a unos esquemas que se crearon o formaron en un pasado. Es, en resumidas cuentas, una forma de cambiar la forma que se tiene de responder ante unas situaciones determinadas.

Por último, uno de los fundamentos o principios más importantes de esta se centra en la relación que existe entre las partes, la que está tratando y la que está siendo tratada.

Se trata de que no se observe al profesional como una autoridad, ya que ello intimida a la persona que está siendo tratada y, en cierto modo, se siente obligada a realizar algo que no desea hacer. Ello supone un impedimento a la hora de conseguir un fin determinado, ya que como todos sabemos, si alguien no quiere recibir ayuda, no puede ser ayudado.

Por tanto, se trata de que esta persona sienta que es un cliente y no un paciente. De esta manera, se sentirá como una persona que se somete a terapia por deseo propio, no porque tiene una enfermedad que necesita ser curada.

Así, el terapeuta será visto como un profesional que le ayude a encontrar una cura para sí mismo, en lugar de ser observado por el cliente como una autoridad que trata de cambiar todos sus esquemas mentales a la fuerza.

Ejercicios y técnicas de la terapia Gestalt

Además de la sesión correspondiente, la terapia Gestalt nos ofrece una serie de ejercicios que podemos realizar para facilitar la consecución del fin que perseguimos. Estos ejercicios son de dos clases, pudiendo encontrar ejercicios creativos y ejercicios corporales.

Los ejercicios creativos son unos ejercicios que ayudarán a desarrollar nuevamente la parte más imaginativa de nuestro cerebro. Los ejercicios imaginativos requieren que la persona que los practica sea consciente de sí misma y es muy buena técnica para explorar los sentimientos y las emociones más íntimas de la persona.

Esto hace que se viva más en el presente, y ayuda a la persona a encauzarse.

Los ejercicios corporales sirven a este mismo fin de la conciencia en uno mismo, puesto que se hacen múltiples ejercicios dinámicos, estáticos, expresivos, etc. De esta forma se trata de lograr una armonía perfecta entre cuerpo y mente, puesto que se trata de unir o conectar elementos tan importantes del ser humano como su capacidad, su resistencia, su fuerza física, su voluntad, etc.