Cómo encontrar la paz interior

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud no es solamente la ausencia de enfermedad, sino más bien un estado completo de bienestar. Por lo tanto, para poder estar sanos necesitamos sentirnos bien con nosotros mismos y con nuestro entorno.  Es así que la paz interior se convierte en un eslabón fundamental de ese bienestar pleno que pretendemos alcanzar.

¿Qué se entiende por paz interior?

Se dice que la paz interior es un estado emocional y mental de tranquilidad y plenitud. Es sentirse a gusto con nosotros mismos y con lo que nos rodea.

Si bien este es un criterio subjetivo, la sensación de calma, sosiego y bienestar general que experimentamos cuando la alcanzamos, son muy reales y sin lugar a dudas, generan grandes beneficios en nosotros.

Cuando alcanzamos la paz interior nos sentimos conectados con nuestro mundo interno y con nuestras capacidades. De esta forma, somos capaces de explotar al máximo nuestras habilidades y destrezas, nos convertimos en seres altamente creativos y disfrutamos plenamente de cada momento, de cada detalle y cada episodio que transcurren en nuestra vida manifestando así un equilibrio armónico.

¿Por qué nos cuesta encontrar la paz interior?

Si la paz interior es tan positiva y agradable ¿por qué no nos dedicamos todos a encontrar nuestra paz interior? ¿Por qué no podemos vivir con paz interna a tiempo completo?

Sin duda, todos, de una u otra forma, aspiramos a encontrar y disfrutar de ella, pero solo algunos lo logran y otros la encontramos, pero luego la perdemos. ¿Qué hace que la paz personal sea algo tan complicado de conseguir y mantener?

Vivimos en un mundo acelerado, donde el tiempo nunca es suficiente y donde el estrés nos acompaña en cada una de las actividades que hacemos. Siempre tenemos algo que nos preocupa, siempre tenemos algo pendiente por hacer. Entonces ¿en qué momento podríamos disfrutar de la paz interior?

La paz interior no es algo que se sirva con prisas. No se puede pretender experimentarla en medio del trajín de la rutina. La paz interior nos exige quietud, nos pide tener tiempo para saborearla, demandando nuestra atención y conciencia plena.

Para entenderlo mejor pongamos un ejemplo: vamos a suponer que estás a punto de comer tu postre favorito, pongamos una riquísima torta de chocolate.

Pero resulta que llevas prisa y solo cuentas con 10 minutos para ello, ya que tienes que volver a la oficina, así que engulles la torta lo más rápido que puedes y, aún con el último bocado en la boca, vuelves a tu lugar de trabajo.

Otro día compras la torta de chocolate para llevarla a casa. Esa noche llegas muy cansado, te pones ropa cómoda, te sientas en tu sillón favorito, preparas un rico té para acompañar la torta y vas saboreando bocado por bocado, sin prisa, sin interrupciones.

¿Qué torta disfrutaste más? Sin duda la segunda. Con la paz interior pasa igual, para disfrutarla necesitas concederle su tiempo y espacio, no es algo que se pueda “coger al vuelo”.

Cómo encontrar la paz interior

¿Todos podemos encontrar la paz interior?

Por supuesto que sí. Todas las personas somos capaces de encontrar nuestra paz interior, pues está en nuestra esencia misma como seres humanos.

Sin embargo, mientras más distraídos andemos por el mundo, mientras menos tiempo nos dediquemos a nosotros mismos, mientras más nos alejemos de nuestro mundo interno, más nos costará encontrar la tan ansiada paz.

Para encontrarla no hará falta convertirnos en monjes budistas, ni vivir una vida alejada del mundanal ruido, como decía el recordado Fray Luis de León. Podemos encontrarla y disfrutarla sin llegar a realizar cambios extremos, pero necesitaremos trabajo y constancia.

Cómo encontrar la paz interior

El camino hacia la paz interior es un camino muy personal. Cada cual debe recorrerlo por sí mismo y no todos llegan al final por la misma ruta. Sin embargo, aquí te presentamos algunas ideas que te pueden ayudar en este recorrido.

1. Reduce tus preocupaciones

Pedirte que elimines por completo tus preocupaciones puede resultar utópico. Por ello, limítalas en todo lo posible, pues las pre-ocupaciones es anticiparnos y ocuparnos de situaciones antes de que aún sucedan y son exactamente lo contrario a esa paz que estamos buscando.

Para que disminuyan tus preocupaciones, lo primero es no unir todos tus problemas y temores una sola gran preocupación. Separa cada problema de forma individual ya que, de este modo, resulta más manejable.

No es lo mismo decir “todo me sale mal”, que decir “tengo un problema con el trabajo” o “hay un tema pendiente sobre el automóvil, y necesito comentarlo con mi esposa”. El solo hecho de separarlos te ayudará a encontrar soluciones.

Mi otro consejo para conducir mejor las preocupaciones es recordar siempre aquel conocido proverbio que dice: “Si algo tiene solución, no te preocupes y soluciónalo; y si no la tiene, para qué te preocupas.”

2. Haz ejercicio

Aunque parezca paradójico, el ejercicio ayuda, en gran medida, a encontrar ese equilibrio y quietud interna que perseguimos. El ejercicio nos ayuda a eliminar toxinas acumuladas en nuestro cuerpo, producto del estrés y las preocupaciones cotidianas. El ejercicio nos pone en movimiento y con ello nos libera de las tensiones.

Elige el deporte que más te guste, practícalo en la forma y tiempos que prefieras, pero no dejes de hacer ejercicio.

3. Dedícate a ti mismo y a tu mundo interno

Hace ya bastante tiempo que venimos mencionando la palabra “interior” para especificar que la paz que estamos buscando no es la paz en el mundo, sino más bien aquella referida a nosotros mismos. ¿Pues dónde más podríamos ir a buscar la paz interior si no es dentro de nosotros mismos?

Se trata de ponernos en contacto con nuestra propia esencia, con la parte más íntima y profunda de nuestro ser. Ello puede no ser muy fácil de conseguir si consideramos que nos pasamos la vida mirando hacia afuera de nosotros mismos.

Para ello, técnicas como la meditación (sobre la cual hablaremos más adelante) nos pueden ser de gran ayuda. Pero, sobre todo, debemos tener el deseo y la determinación de navegar en nuestro interior.

Cuando empezamos a explorar en nuestro propio ser no siempre vamos a encontrar sensaciones y emociones agradables. Aquí también están nuestros temores, nuestras malas experiencias del pasado, nuestras heridas abiertas.

Es por eso que, a veces, preferimos cerrar la puerta y no seguir mirando hacia adentro, porque tememos encontrarnos con nuestro propio dolor. Pero tenemos que entender que ese sinsabor, esa herida mal sanada, es parte de nuestro ser, y que, por lo tanto, requiere de nuestra atención. Necesitamos sanarnos por dentro para poder lograr esa paz interna. En caso contrario, el dolor no desaparecerá, irá creciendo, y nos será cada vez más difícil encontrar tranquilidad.

4. Consigue paz espiritual

Sin duda, los seres humanos tenemos una dimensión corpórea, una dimensión afectiva y una dimensión intelectual, pero también una dimensión espiritual. Lo espiritual es una conexión profunda entre nuestro ser y el resto del universo. Nuestro ser espiritual nos lleva a preguntarnos por el sentido de la vida y a buscar un propósito para vivir.

No confundamos espiritualidad con religión. La religión es una forma particular de responder a ese mundo espiritual que tenemos. Por eso existen múltiples religiones. Es posible que nosotros abracemos una religión o que prefiramos no acoger ninguna, pero esto no niega ni cambia nuestra dimensión espiritual.

Para encontrar la paz espiritual es necesario cultivar el espíritu. Es decir, volver a sentir esa conexión entre nuestro ser y el resto del universo. Es necesario encontrarle un sentido a nuestra propia existencia.

Víctor Frank es un psiquiatra judío que vivió en carne propia el holocausto nazi. A raíz de esta dura experiencia publicó un libro titulado “El hombre en busca de sentido”. La idea principal del libro es que cuando una persona le encuentra sentido a su propia existencia, aún las circunstancias más duras y extremas, pueden ser superadas.

Pero cuando el hombre carece de sentido, entonces se abandona y se rinde. Es así que, según el autor, algunos prisioneros lograban sobrevivir en los campos de concentración, pues sentían que su vida tenía un propósito más allá de su encierro, mientras que otros simplemente se dejaban morir al no encontrar sentido a seguir viviendo.

La paz espiritual, entonces, puede ayudarnos a superar las pruebas más duras y extremas, pues le otorga a nuestra existencia una trascendencia que le da sentido incluso al mismo dolor.

Cómo encontrar la paz interior

5. Medita

Cuando hablamos de la importancia de dedicarle tiempo a nuestro mundo interno, mencionamos que la meditación podía ser de gran ayuda para ello. Analicémoslo un poco más.

Meditar es más sencillo de lo que imaginamos. No necesitamos ir al monte más alto, ni pasar largas horas en extrañas e incómodas posturas. Si buscamos en el diccionario, veremos que la Real Academia de la Lengua define meditar como la acción de pensar atentamente sobre algo.

Por lo tanto, para meditar, es necesario concentrarse y poner toda la atención en aquello que se está haciendo. Cuando meditamos nos volvemos más conscientes de todo lo que nos ocurre en el momento presente.

Para meditar es conveniente comenzar realizando ejercicios de respiración, que nos permiten oxigenar nuestro cuerpo, relajarnos y tranquilizarnos. Tras ello, debemos empezar a percibir con atención cada una de las sensaciones que llegan hasta nosotros, tales como el olor del pan en la mañana, el ruido de los coches pasando por la avenida, la sensación de calor en nuestra piel. Así, poco a poco, iremos conectando con nuestro ser interior.

Para aprender a meditar existen muchos métodos y técnicas que, por su complejidad, no podemos analizar ahora detalladamente, pero que tal vez, en un nuevo artículo, podremos explorar con más profundidad.

Frases sobre la paz interior

Para terminar con este artículo, y a modo de invitación a la reflexión, te dejo algunas frases sobre la paz interior que espero te ayuden a profundizar en el tema:

  • “El Dolor no se puede evitar, pero sufrir es una decisión”
  • “Entusiasmarte con las cosas pequeñas y triviales es el secreto de la felicidad”
  • “No solo importa la meta, es necesario disfrutar el camino”
  • “No estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida que te puebla, distraído de las maravillas que hay a tu alrededor”
  • “Una vela no pierde su luz por compartir el fuego con otra vela”
  • “La paz que viene desde adentro es capaz de aquietar la tempestad que existe afuera”
  • “La vida no es problemática, es nuestra mente la que crea los problemas”