Cómo solucionar discusiones de pareja

Las discusiones típicas de pareja son una de las causas más comunes por las cuales las parejas se separan y necesitan ayuda profesional. Muchas parejas se acostumbran a estar en constantes discusiones y nunca resuelven sus diferencias, se puede decir que ya lo ven como normal.

Siempre que hay tensión en la relación, la forma más adecuada en vez de discutir es abordar los temas de raíz, o simple y sencillamente darse un tiempo cada uno para meditar. El objeto de esto es tratar de que la situación baje de intensidad y así poder abordarlos de la manera más serena posible.

Tener discusiones de pareja constantemente no solo te empujan a discutir, además cultivan mal carácter, depresión, falta de autoestima y demás males que solo conllevan a que como persona te desmorones, muchos de estos síntomas son los casos de infidelidad en la relación.

Recuerda que si ves las discusiones como algo rutinario en tu relación, probablemente deban mejorar las pautas comunicacionales que se tienen y el modo en que se concentrar y reflexionan por encontrar soluciones.

Encuentra además los momentos aptos para las discusiones familiares, recuerda que si están tus hijos presentes es un pésimo momento, si hay visitas, si salieron a algún lugar público, es mal momento para surgir con una disputa. Es fundamental poder controlar los enojos y elegir los momentos óptimos y adecuados para afrontar cualquier problema,

Saca tus malestares uno a uno, no dejes que las discusiones de pareja se acumulen para un día explotar, resuélvelos hablando siempre y trata de acabar con una solución.

Habilidades necesarias para la resolución de problemas en las discusiones de pareja

Uno de los mecanismos, a través de los cuales se erosiona  rápidamente el valor gratificador del uno para el otro, consiste en la combinación de aspectos conflictivos y déficits conductuales a la hora de resolver tales conflictos.

Cuando se descubre que el otro no es como nos imaginábamos que era y que nuestros intentos por conseguir los cambios que pretendemos en él, o al menos resolver los conflictos que se nos presentan resulta imposible, seguramente se hayan sentado las bases para que se inicien procesos cognitivos de este estilo “¡Una vez más ha dejado el tubo de dientes sin tapar…!”, que nos confirman lo inviable de nuestra relación, al menos tal cual nosotros habíamos imaginado y proyectado.

Es por ello que el entrenamiento en resolver problemas juega un papel especialmente importante. Y es que, no lo olvidemos, al resolver un problema de parejas, obtenemos los siguientes beneficios:

  • Vernos libres del problema en cuestión.
  • Sentirnos como un equipo, tener satisfacción al constatar que, aunque se presenten dificultades, somos capaces de resolverlas conjuntamente, aumentando nuestra autoestima y confianza en el futuro.
  • Sentir que el otro se interesa por nosotros y es capaz de ponerse en nuestro lugar, o al menos respetar nuestros puntos de vista aunque no los comparta.

Pasos a seguir para solucionar las controversias de parejas

  1. Las parejas observan a otra pareja intentando resolver sus conflictos, y cometiendo los errores clásicos con los que fácilmente puedan identificarse.
  2. La pareja, o parejas, comentan acerca de la impresión externa que da la pareja modelo.
  3. Propuesta de una sistemática diferente para resolver problemas.
  4. Sugerida y aceptada esta sistemática, continúa el proceso de entrenamiento activo, siguiendo un largo período de prácticas guiadas, eligiendo a los participantes de manera que practiquen entre sí, aunque todavía nunca con su pareja, sino con la pareja de los demás: lo que importa es que aprendan-practiquen la sistemática.
  5. Completado este periodo de prácticas en las sesiones, cada uno practica con su pareja, primero en el lugar de consulta, y posteriormente en su casa, trayendo, como prueba, la grabación de la discusión y el acuerdo escrito al que hayan llegado.
  6. Aplicación de la sistemática a problemas propios. Cuando hayan conseguido este nivel de pro eficiencia, y quieran usarlo en su vida cotidiana, habrán dado un gran paso adelante.

Existe muchas razones por las que hay discusiones de pareja lo importante es comenzar siempre por solucionar las raíces del árbol y no sólo las hojas. Es decir, ir a lo profundo de la pareja y analizar las herramientas que se encuentran en la raíz y una vez ahí ajustarlas, por ejemplo, trabajando nuevos modos de comunicarnos y luego las hojas irán cambiando solas (los conflictos irán tomando otro tono).