Segundas oportunidades en el amor

Las segundas oportunidades en el amor siempre han sido cuestionadas, pues existe la creencia popular de que si una relación no funcionó una vez, mucho menos funcionará una segunda.

Sin embargo, tal afirmación es relativa, debido a que muchas personas que han fracasado en sus relaciones de pareja han tomado ventaja de los errores cometidos que les han impulsado a madurar, a recapacitar sobre sus errores y, en consecuencia, a darse una segunda oportunidad con la persona amada.

Razones por las cuales se terminan las relaciones

Antes de contestar a la pregunta que da título a este texto, conviene hacer un repaso de las razones de ruptura más habituales:

Las mentiras

La mentira es la aseveración de una cosa inversa a la realidad o diferente a ella. Su particularidad misma es el engaño y su peligro depende del egoísmo o perversidad de quien la produzca. Muy ligada al engaño está la desconfianza. Es decir, una vez hemos sido engañados por una persona, será muy difícil volver a creer en ella. Esto es muy común en los casos de infidelidad.

Según expertos en la materia, no es tan difícil detectar a un mentiroso. Observando bien a una persona podremos saber si miente o no.

Una persona que miente evita el contacto visual. Su expresión corporal será rígida y los movimientos de sus brazos y manos serán hacia sí mismo. Utiliza el humor negro o sarcasmo para desviar una conversación que no le interesa enfrentar. Sus expresiones se limitan solo al movimiento de la boca para expresar cualquier sentimiento bien sea de asombro, felicidad, incomodidad, etc. Puede mostrarse a la defensiva, pues se siente culpable por mentir.

Violencia y celos

Son situaciones que ocasionan agresión física y verbal. Son razones de peso para culminar una relación y es difícil que el agresor cambie de la noche a la mañana. Estas son relaciones nocivas que caen en un círculo vicioso que no lleva a nada bueno ni constructivo.
Segundas oportunidades

Uno de los dos es un manipulador dependiente

Es cuando la persona sutilmente convence a su pareja sobre algo que supuestamente es bueno para la relación, aunque muy en el fondo, el único beneficiado es el propio manipulador. Relaciones basadas en la manipulación no prosperan ni son sanas.

No hay proyectos de vida juntos

Es el caso de parejas que caen en la rutina y donde no se trazan proyectos nuevos. En estas situaciones, se va muriendo lentamente la pasión y la emoción de la relación. Se pierde el interés por casarse, tener algún proyecto de vida; simplemente ven pasar cada día igual y seguramente por mantener el estado de confort, ninguno de los dos hará nada por mejorar la situación.

Egoísmo en la relación

Cada cual anda por su lado y valora o da mayor importancia a sus propios logros que a los de la pareja.

Ausencia de amor

El amor es un sentimiento como una flor, debe regarse a diario, si no, se marchita. Alimentar el amor es necesario para evitar que desaparezca. Cuando acaba el amor totalmente, no será posible pensar en segundas oportunidades.

Hemos visto las principales razones que destruyen las relaciones. Por otra parte, algunos de los motivos expuestos pueden ser tratados con ayuda de terapia profesional.

Siguiendo esta premisa, se debe trabajar con el experto todas esas debilidades anteriormente mencionadas, ya que con el tratamiento adecuado, y siempre y cuando la pareja esté realmente interesada en permanecer junta, es posible buscar un punto de acuerdo.

En este sentido, si una relación no funcionó, si rompiste con tu pareja y volviste y no quieres que se repitan las experiencias desagradables, la decisión está en las manos tanto del uno como del otro, porque una relación es de dos en todo caso.

Es por ello que, si aprendemos de los errores y tomamos acciones con madurez y conciencia, una segunda oportunidad tiene grandes posibilidades de éxito.

Segundas oportunidades

Cómo hacer que una segunda oportunidad funcione

Al tomar la decisión de dar una segunda oportunidad a la relación, ten en cuenta las siguientes recomendaciones:

1. Aleja lo malo del presente y del futuro

Dejar lo malo en el pasado, es decir, no sacar lo malo constantemente, más bien tenerlo de ejemplo para no volver a cometer los mismos errores.

Aquí debemos tener claro que nadie es igual a nadie y que si decides darte un segundo chance para establecer una relación, es importante no juzgar a tu pareja por errores cometidos en el pasado.

En este punto, también es importante aclarar que en los nuevos intentos deben dejarse atrás la infidelidad, la desconfianza, el orgullo, el rencor y otros sentimientos negativos.

2. Compromiso

Por otra parte, para que una segunda oportunidad sea exitosa, las personas involucradas deben estar de acuerdo en asumir ese compromiso. Deberán estar capacitados para dar soluciones a los errores o inconvenientes anteriores.

No desanimarse es clave, no descuidarse y mantenerse alertas ante cualquier situación que atente contra la relación es el único camino de prosperar juntos.

3. Aprender a perdonar

El perdón es necesario en toda relación, pero sobre todo es vital cuando se intenta algo por segunda vez. Debe haber un acto de reconciliación con uno mismo y con la otra persona de forma previa.

4. Comunicación

La comunicación también debe existir en el día a día para que la relación no decaiga de nuevo. Hablar, sentarse a conversar, dedicar unos minutos para saber cómo le fue a cada uno en su día, es sano y muy necesario.

5. El tema financiero

El dinero casi siempre es motivo de discusión entre las parejas. La predominancia del amor, la ayuda mutua y la cooperación entre el uno y el otro en las relaciones de pareja, son factores determinantes para reforzar el aspecto financiero, que simultáneamente se convierte en un factor clave de las relaciones exitosas.

Estudios sobre el tema han revelado que una mala situación económica en la pareja es la primera causa de separación, más que la incompatibilidad sexual y/o la infidelidad.

Existe la creencia de que el amor sin dinero no dura, sin embargo, muchas personas piensan que el dinero y el amor no deben mezclarse.

Nosotros nos inclinamos hacia la edificación de una buena estructura monetaria que permita crecer a la pareja en otros aspectos de su vida.

Por otra parte, la frustración, el estrés y la baja autoestima que genera la falta de dinero en un hogar, abren puertas para el aislamiento entre la pareja. Esto debe evitarse a toda costa.

En este sentido, te damos algunos tips para que en las segundas oportunidades en el amor, el dinero no vuelva a ser una causa de conflicto:

  • Tratad el tema financiero directamente: En la medida que una relación de pareja avanza, los temas son cada vez más íntimos; a un nivel adelantado en la relación pueden abordarse cuestiones como los ingresos, gastos, deudas y otros aspectos concernientes a la economía de los dos.
  • Aprended a presupuestar: Es una manera muy sana de sincerarse en la relación, porque significa poner sobre la mesa todo lo relacionado con entradas de dinero y otros aspectos económicos como por ejemplo, el ahorro. Este último permitirá alcanzar las metas planteadas como comprarse un coche, una casa o pagar el viaje de vuestros sueños.
  • Evitad la dependencia económico-emocional: Este es un punto muy interesante, porque existen muchos casos de relaciones de pareja donde uno de los miembros manipula al otro con el manejo del dinero en nombre del amor, algo tremendamente materialista. Es importante que haya un equilibrio de ingresos entre ambos, independientemente del trabajo que realicen.
  • Monitorizar las finanzas periódicamente: Una manera de hacerlo es a través de una reunión quincenal o mensual donde se trate la situación financiera de la pareja. De esta forma, podréis estar al día sobre los pagos no resueltos dentro de la administración de pareja y/ o familiar, para luego poder emitir conclusiones y recomendaciones sobre la situación administrativa y económica en el hogar.
  • Destinad más tiempo a gastar juntos: La pareja no debe ante ninguna circunstancia dejar que se enfríe la relación solo por estar ocupados trabajando para obtener dinero. Es importante que disfrutéis del fruto de vuestros esfuerzos y os deis un capricho de vez en cuando, a ser posible juntos.

6. La sexualidad

El tema de las relaciones sexuales entre la pareja es muy importante y por esa razón no debe descuidarse. En segundas oportunidades, la pareja debe motivarse a mantener una vida sexual saludable que les estimule a pasar más tiempo juntos.

A este respecto, recordar que la sexualidad implica no solo la penetración, sino también los besos, masajes, caricias y otros aspectos asociados a las relaciones sexuales.

Algún problema físico entre la pareja como la disfunción eréctil en el caso de la andropausia del hombre o la falta de lubricación por la menopausia en el caso de las mujeres, puede hacer que se pierda el interés, sin embargo, estas son cosas que pueden manejarse siempre y cuando se enfrenten con sinceridad y madurez.

Por último, no hay que olvidarse de la fuerza del amor, que todo lo puede, que todo lo soporta, que hace del mundo un lugar más hermoso para vivir. El amor definitivamente es la clave principal que debe cultivarse en segundas oportunidades de pareja, ya que todo lo demás es una consecuencia secundaria del enamoramiento.

2 comentarios en «Segundas oportunidades en el amor»

    • ¿Qué se gana? Todo se gana. Cuando das otra oportunidad en la vida estás dejando el Ego de lado, y estás dando una chance más para una persona que es humana y comete equivocaciones, una persona limitada y que aprende con sus errores. Ahora si vuelve a cometer los mismos errores, bueno ahí si que no se gana nada con una tercera oportunidad. Pero dar una oportunidad es importante, porque trasciendes y liberas la consciencia, ya que si vuelve a pasar entiendes que esa persona no es para ti y sino, comprendes que a veces idealizamos demasiado y no damos tiempo a las personas para que cambien. Tiempo, cambio verdadero, ninguna relación o coqueteo en el medio, respeto y si no funciona, a seguir con la vida.

      «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» Sin rencores.

Los comentarios están cerrados.