La hipnosis es una de esas palabras que todos creen entender, pero que muy poca gente sabe realmente de lo que trata.
Muy probablemente al mencionarla vienen a nuestra mente imágenes de un show, donde el hipnotizador, con ciertos poderes telequinésicos, logra hacer que los demás hagan cosas raras y divertidas, sin siquiera ser conscientes de lo que hacen.
Entonces, si yo te digo que la hipnosis puede ayudarte a dejar de fumar, a perder peso o a concentrarte mejor en los estudios, es lógico que muestres ciertos reparos y preguntes: ¿realmente funciona la hipnosis?
La hipnosis es una técnica terapéutica que puede ser de gran utilidad, pero su uso en espectáculos ha contribuido a generar una serie de mitos sobre la misma. Algunos le atribuyen poderes paranormales y otros, en cambio, piensan que no sirve para nada.
En este artículo nos ocuparemos de la hipnosis clínica, es decir aquella que tiene por objeto ayudar a las personas a superar algún tema en particular, y dejaremos un poco de lado la hipnosis televisiva que suele ser la más comentada.
¿Qué es y qué no es hipnosis clínica?
Para poder entender de qué estamos hablando, primero es importante saber de qué se trata la hipnosis y que cosas se confunden con hipnosis, pero no podrían ser catalogadas como tal.
Empecemos primero por definir que NO es hipnosis:
- No es magia: Aunque su utilización en espectáculos nos hace creer que es posible hipnotizar a alguien sólo con chasquear los dedos, aún en contra de su voluntad. Esto no es cierto, el proceso de hipnosis requiere tiempo y sólo puede tener éxito si la persona desea ser hipnotizada
- No es una cura milagrosa: Por lo mismo que no es mágica, tampoco es capaz de curar cualquier mal de la noche a la mañana. Aunque a los profesionales de la salud nos encantaría decir que la depresión, la ansiedad, los trastornos de personalidad y otros tantos problemas mentales y emocionales se curan sólo con hipnotizar al paciente un rato, esto no es así. La hipnosis es una técnica que ayuda en los procesos de terapia, pero sin duda no la puede sustituir. Para que su efecto sea sostenible en el tiempo, es necesario realizar varias sesiones tanto de hipnosis como de psicoterapia.
- No es un espejo de nuestras vidas pasadas: Aunque muchos creen que bajo estado hipnótico podemos conocer nuestras vidas pasadas, tenemos que entender que para poder aceptar esto primero tenemos que aceptar el hecho de que las vidas pasadas existen. La ciencia no acepta tal creencia, por lo que si hablamos de la hipnosis clínica no podemos decir que otra identidad es posible.
- No es posible quedarse hipnotizado para siempre: Un temor frecuente entre las personas que desean pasar por un proceso de hipnosis, es no poder despertar luego y, por tanto, quedar para siempre en una especie de trance. Esto es sólo un mito. Todas las personas que son hipnotizadas vuelven a su estado de conciencia normal, la mayor parte de veces con la ayuda del hipnotizador, pero en algunas ocasiones pueden hacerlo por sí mismas.
- No hay que ser poco inteligente para poder ser hipnotizado: Se cree que sólo las mentes débiles son influenciables y que, por lo tanto, si uno tiene una gran personalidad o mucha inteligencia no podrá ser hipnotizado. Lo cierto es que cualquier persona que no desee ser hipnotizada, independientemente de su coeficiente intelectual, no será hipnotizada. Del mismo modo, una persona con un coeficiente intelectual superior, podrá ser hipnotizado siempre y cuando lo desee.
- No es una forma de romper la voluntad: Nada en este mundo es tan poderoso como la voluntad humana, y no se conoce de nada que pueda contra ella. Por eso, si una persona no desea ser puesta en trance, será imposible hipnotizarla. Incluso una persona en estado hipnótico a la que se le de una orden que vaya en contra de sus principios y de su voluntad, no la ejecutará, pues la hipnosis no puede romper este cauce moral.
Si todo lo anterior no son más que mitos sobre la hipnosis, veamos entonces qué es la hipnosis clínica:
Según la American Psychological Association, la hipnosis es “un estado de conciencia que implica la atención focalizada y conciencia periférica reducida, caracterizado por una mayor capacidad de respuesta a la sugestión».(1)
Como es un concepto un poco complicado, analicémoslo con más detalle. Esta definición nos habla que nuestra atención está concentrada de tal forma que todo lo de la periferia es decir todo lo exterior, queda fuera de nuestra conciencia. Se sobreentiende entonces que nuestra atención se centra en nosotros mismos, en nuestra respiración, en nuestros propios procesos mentales, etc.
Es decir, en la hipnosis entramos en un estado de conciencia similar al que se logra en la meditación profunda. La diferencia es que en la hipnosis existe una sugestión. Una persona, en este caso el hipnotizador, mediante la sugestión influye en nuestra conducta.
Cabe preguntarse entonces qué es exactamente la sugestión. Es la capacidad de influir en las emociones, los pensamientos y las conductas de otra persona. Por lo tanto, podría existir sugestión sin hipnosis, de hecho, la psicoterapia es un proceso de sugestión donde el terapeuta, a través de la palabra, busca influir en sus pacientes para lograr que estos cambien sus patrones de comportamiento.
Sin embargo, bajo el estado hipnótico la sugestión es mucho más fuerte, más intensa y por lo tanto con mejores resultados. Esto se debe a que bajo el efecto de la hipnosis podemos conectar con las zonas más primitivas del cerebro, como el sistema límbico (donde se centran las emociones).
Mientras las zonas más lógicas y racionales como los lóbulos frontales parecen estar menos despiertas, por lo que no generamos rechazos o excusas a las sugerencias del hipnotizador.
Aunque la hipnosis clínica tiene sus limitaciones, y si bien puede ser de gran ayuda en algunos casos, en algunos otros parece no tener ningún efecto.
¿Cuándo puede ser recomendable la hipnosis?
El primer requisito para que la hipnosis funcione, es que la persona desee ser hipnotizada, como ya dijimos, y que esté de acuerdo con el objetivo de la hipnosis.(2)
Por ejemplo, si María acepta ser hipnotizada para dejar de fumar, pero el terapeuta le pide que se suba sobre la mesa y cante, muy probablemente María no responderá a esta orden, pues sólo funcionará para modificar las conductas que María quiere modificar.
En segundo lugar, no olvidemos que la hipnosis no es una psicoterapia, es sólo una técnica complementaria.(2) Pongamos otro ejemplo.
Supongamos que Ana tiene problemas de insomnio y recurre a la hipnosis, esta técnica le ayudará, pero no se curará definitivamente de su insomnio hasta que descubra la causa de sus desvelos o hasta que aprenda a manejar su ansiedad de modos más adecuados.
La hipnosis junto con psicoterapia ha mostrado ser efectiva para:
- Cambios de hábitos: como dejar de fumar, o mejorar los hábitos alimenticios.(3)
- Mejorar los niveles de concentración: por ejemplo, para estudiar para un examen, o para enfocar nuestra actividad hacia un solo objetivo.(3)
- Control de las emociones: la hipnosis clínica ayuda a manejar las emociones como la ansiedad o incluso la depresión, ya que le ordenamos al cerebro no emitir los mensajes negativos que disparan estas emociones en nosotros.(3)
- Reducción del dolor: muchas veces nuestras emociones exacerban nuestra percepción del dolor, por lo que mediante la sugestión hipnótica podemos ordenar al paciente que no sienta dolor ante determinadas circunstancias.(3) Por ejemplo, Pablo le tiene mucho miedo al dentista, entonces en un proceso hipnótico se le ordena que no sienta dolor alguno cuando esté en el dentista. De este modo, Pablo llegará sereno a la consulta de su dentista la próxima vez, controlará sus emociones y efectivamente no sentirá dolor alguno.
- Superar traumas del pasado: cuando estamos expuestos a situaciones extremas, se genera en nosotros un trastorno conocido como estrés post traumático, que es algo así como revivir una y otra vez los sentimientos dolorosos por los que hemos atravesado. La hipnosis ayuda a superar estos episodios, ya que como vimos antes, puede ayudar a reducir nuestros niveles de ansiedad.(3)
¿Cuántas sesiones de hipnosis se requieren?
Eso es muy relativo, dependerá del objetivo para el que cual se aplique esta técnica, así como de las particularidades de cada paciente.(4)
Por ejemplo, Juan y Pedro quieren dejar de fumar y recurren a la hipnosis clínica. Juan empezó a fumar hace menos de un año y sólo fuma de tres a cuatro cigarrillos por semana. Pedro en cambio fuma hace más de 10 años, y su consumo de cigarrillos es de aproximadamente una cajetilla al día. ¿Juan y Pedro necesitarán la misma cantidad de sesiones? No hay duda de que no.
La cantidad de sesiones necesarias, la duración de las mismas y las órdenes que se darán en estado hipnótico, son decisiones que el terapeuta deberá tomar según cada caso particular.
¿Cómo es el proceso de la hipnosis?
Antes de iniciar el proceso, es necesario que el terapeuta conozca el grado de sugestionabilidad del paciente. Ya que no todos somos influenciables en el mismo grado. De esto dependerá la dificultad de hipnotizar a alguien.(4)
El proceso de hipnosis en sí mismo puede dividirse en tres fases:
- Fase de Preparación: En esta fase buscamos que el paciente se relaje, para lo cual existen diversas técnicas que pueden incluir sonidos, o movimiento (como un péndulo) o ejercicios de respiración. Esta fase termina con la inducción al estado hipnótico
- Fase de Sugestión: En estado hipnótico se le dan al paciente una serie de órdenes de forma verbal, de manera clara y precisa, que deberá cumplir cuando se presente la situación real. Por ejemplo: No sentirás dolor alguno en el consultorio del dentista.
- Fase de Finalización: Se ayuda al paciente a salir del estado hipnótico, realizando el proceso de inducción al revés. Por ejemplo, si al inicio le hicimos contar hacia atrás del 10 al 1, ahora lo haremos contar hacia adelante del 1 al 10.
En conclusión, podemos decir que la hipnosis clínica es una técnica que junto con la psicoterapia puede ayudarnos a conseguir grandes resultados a la hora de manejar nuestras emociones y modificar nuestra conducta.
Si esta técnica es de tu interés, busca un profesional competente en el tema que pueda llevar el proceso de la manera más eficiente posible y anímate a probar sus resultados.