El trastorno de ansiedad generalizada es frecuente, pero las personas comúnmente no saben que lo padecen. Veamos aquí cómo se manifiesta.
Algunas personas expresan con mucha frecuencia que están preocupadas y se evidencia en ellas un estado de ansiedad incontrolable, ante situaciones de su vida cotidiana. Es muy posible que ellas no estén conscientes de su reiterada manifestación de angustia, al punto que se les hace común y normal, tanto que la legitiman como “una forma de ser o estar”
Este estado puede llegar a ser difícil de controlar en solitario, pues no se tienen las herramientas para ello. En estos casos es recomendable que la persona con estos rasgos en su conducta, acudan a un especialista tal como lo expresa Cristina Ropero, psicóloga que ofrece terapia online en Heroicamente Psicólogas.
El trastorno de ansiedad generalizada se convierte en un enemigo en tanto que interfiere en las actividades cotidianas, generando caos, que a su vez se convierte en otro motivo de preocupación. Veamos a continuación algunos detalles de este trastorno.
Los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada
Te mostraremos una serie de situaciones que en líneas generales son los detonantes del trastorno de ansiedad generalizada y el comportamiento que tienen las personas afectadas por este tipo de patologías.
- Pensar que algo malo puede pasar de manera anticipada.
- Hacer planes y pensarlos y repensarlos una y otra vez.
- Ante una situación determinada en la que haya que pensar una posible solución, surgen siempre soluciones y resultados en negativo.
- Ver amenazas en todas las cosas, situaciones, acontecimientos e incluso en las relaciones interpersonales. La duda y desconfianza se convierten en norma.
- La incertidumbre es su enemigo número uno. Se siente desarmado ante situaciones donde la expectativa se hace presente.
- Miedo al riesgo y a asumir la toma de decisiones, pues teme a equivocarse.
- Se le hace muy difícil lograr relajarse en asuntos cotidianos. Por ejemplo mientras va al médico, maneja, prepara alimentos etc.
- No logra concentrarse y siente que su mente se pone en blanco y expresa que no le vienen las ideas.
Signos físicos del trastorno de ansiedad generalizada
Cuando una persona presenta este trastorno de ansiedad generalizada, muestra señales de ello, a través de signos y síntomas físicos muy evidentes, tales como los estos:
- Sensación de fatiga que impide disponerse a la realización de las tareas.
- El sueño aparece horas en las que la persona debe estar activa. Los bostezos incomodan a ella y a quienes le rodean.
- Aparece una extraña tensión muscular como si hubiese recibido algún golpe en determinada zona el cuerpo.
- Se experimenta una sensación interna de agitación. Esto se aprecia a través de leves temblores. Estos pueden manifestarse de dos formas: visible o invisible, que es cuando la persona lo siente pero nadie lo nota.
- Las personas con este trastorno se muestran muy nerviosas y se sobresaltan fácilmente.
- La sudoración se hace presente incluso cuando el clima no es cálido
- Estas personas experimentan náuseas, diarrea o son diagnosticados de tener el síndrome del intestino irritable
Trastorno de ansiedad generalizada en niños y adolescentes
Este trastorno no aparece solo en adultos. Los niños y adolescentes tienen también rasgos de padecerlo y lo ponen en evidencia en estas situaciones:
- Ante las tareas escolares.
- En el desempeño deportivo.
- La preocupación por ser puntual.
- Le preocupan las guerras o desastres naturales, que ha visto en películas.
- No es seguro de sí mismo y busca la aprobación de otros.
- Le cuesta integrarse a los grupos pero se esmera en hacerlo con angustia de ser rechazado.
Cómo tratar el trastorno de ansiedad generalizada
Una vez que una persona reconozca que padece este trastorno, debe comenzar a buscar una alternativa para solucionarlo. Lo primero que se recomienda es acudir al médico especialista. En este caso, son los psicólogos, los más indicados para dar las recomendaciones de manera personalizada.
La terapia psicológica online de Heroicamente, es una de las alternativas para ponerse en acción, para tratar asertivamente este trastorno que resta calidad de vida a quienes lo experimentan.
En algunos casos psiquiatras emplean fármacos para combatir este tipo de conductas, pero en este artículo vamos más en la línea de “haces consciencia” y trabajar sobre el problema sin necesidad de usar medicamentos.
Algunos consejos conductuales
- Identificar cuáles son los pensamientos que te aturden.
- Tomar consciencia del daño que puede hacer una preocupación sin motivo.
- Poner en práctica algunas habilidades para enfrentar las situaciones.
Algunos consejos para aplicar cotidianamente
- Se recomienda tener horas de descanso, adecuados. Dormir bien es fundamental para la salud física y mental.
- La alimentación debe ser una responsabilidad de cada persona. Por ello hay que ingerir alimentos que promuevan el mantenimiento de las células cerebrales como el pescado, comer frutos secos para la memoria, café en proporciones moderadas para mejorar el enfoque, entre otros que aporten vitaminas, proteínas y antioxidantes.
- Es conveniente que se hagan paseos diarios en las adyacencias de su vivienda como mínimo, salir de la rutina es muy sano.
- Realizar una actividad física es ideal para drenar tensiones.
- Cuando lleguen los momentos de angustia y preocupación, debe buscarse una buena compañía para conversar.
- Ver películas y saber escoger el género, por ejemplo las de humor, pues el drama y el suspenso son contraproducentes.
- Refugiarse en sustancias nocivas como el alcohol o el cigarrillo, pueden desatar episodios de ansiedad generalizada, difícil de controlar. Es muy recomendable erradicar el consumo de estos productos.
Finalmente…
Los estados de ansiedad deben ser controlados con rapidez, porque ellos debilitan la salud de las personas y le impiden desenvolverse correctamente en los contextos de su cotidianidad. Si alguien presenta este tipo de síntomas, debe ser tratado a tiempo, para detener la evolución del mismo.
Las terapias que se realizan online se recomiendan para tratar este tipo de trastorno. Los pacientes se sienten desinhibidos y lo pueden hacer desde sus hogares, con la confianza de que su información será totalmente confidencial.