Existen algunos fenómenos del sueño desconcertantes: algunas personas hablan mientras duermen, otras sonámbulas, se despiertan somnolientas o se revuelven durante la noche y luego está la parálisis del sueño. Es una parálisis o rigidez del sueño en la que no podemos mover el cuerpo aunque estemos despiertos.
Parece una pesadilla, pero es la realidad. Cuando se está plenamente consciente, se experimenta rigidez en todo el cuerpo, solo los ojos pueden ser controlados. Conocida popularmente como “apretón de brujas”, quienes sufren parálisis de los sueños se sienten realmente como los protagonistas de una película de terror. “Es como estar enterrado vivo” es como describen los médicos el espeluznante estado del fenómeno.
Sin embargo puedes estar tranquilo, porque la parálisis del sueño no es peligrosa.
Pero, ¿qué hay exactamente detrás de este fenómeno? ¿Qué causa la parálisis durante el sueño y qué se puede hacer al respecto? Veamos aquí algunos detalles relacionados con este trastorno del sueño no tan raro.
¿Qué es la parálisis del sueño?
El término médico para la parálisis del sueño o la rigidez del sueño es parálisis del sueño. Salvo los músculos de los ojos, nuestros músculos esqueléticos están paralizados durante el sueño. Este es inicialmente un proceso fisiológico importante.
La parálisis impide que realicemos los movimientos soñados durante el sueño y nos protege así de las lesiones. Cuando nos despertamos, la parálisis normalmente vuelve a desaparecer inmediatamente y ni siquiera somos conscientes de ella.
Puede ocurrir que experimentemos conscientemente la parálisis, normalmente poco antes de quedarnos dormidos o después de despertarnos. Esto se relaciona con ciertas anomalías de comportamiento no deseadas e inapropiadas y que están asociadas a la fase de sueño REM.
¿Qué es lo que ocurre en la parálisis del sueño?
La parálisis fisiológica normal del sueño de la que no somos conscientes se llama atonía REM que significa Rapid Eye Movement (Movimiento Ocular Rápido) y se refiere a esos movimientos oculares que ocurren rápidos durante el sueño REM. Atonía es el término médico que designa la falta de tono muscular.
En el fenómeno de la parálisis del sueño, la condición física ya se produce cuando aún no nos hemos dormido o la parálisis simplemente continúa después de despertarnos. El sueño REM se adentra en el estado de vigilia y elimina la clara separación entre la fase REM y la fase de vigilia. La experiencia consciente de la parálisis en la fase REM también suele ir acompañada de alucinaciones tipo pesadilla.
El responsable de la parálisis muscular es un mal funcionamiento de la transmisión de señales en nuestro tronco cerebral durante el sueño REM. En consecuencia, no llegan órdenes a la médula espinal y, por tanto, los músculos tampoco reciben instrucciones de activación. Salvo los ojos y la respiración, los músculos permanecen en un estado inmovilizado, flácido y relajado.
Parálisis del sueño: síntomas y efectos secundarios
En la parálisis del sueño, el estado de parálisis puede durar desde unos segundos hasta 20 minutos. Cuanto más dura la parálisis del sueño, más perturbadora y chocante es la experiencia para los que la padecen. Son incapaces de hablar o llamar la atención sobre la situación durante el periodo de adormecimiento.
Casi siempre, este tipo de episodios terminan solos, pero también pueden ser interrumpidos por algún ruido en el ambiente, el toque o la voz de otra persona o por su propio esfuerzo intenso para moverse.
Las alucinaciones pueden manifestarse de muchas maneras diferentes
Las percepciones típicas incluyen:
· Sonidos
se oyen voces, gritos, pasos, zumbidos o ruidos.
· Otras percepciones sensoriales
Sensación de frío, calor o presión en el cuerpo (pecho) que provoca una sensación de asfixia.
· Dificultad para respirar
En ocasiones, falta el aire o se experimenta la sensación de asfixia.
Desde el punto de vista de los médicos del sueño, la parálisis del sueño no es peligrosa y la falta de aire es irreal.
Durante un episodio de parálisis del sueño, la respiración es controlada automáticamente por nuestro cuerpo, como si estuviéramos durmiendo regularmente. La percepción de falta de aire se produce por la falta de movimiento.
Parálisis del sueño: terapia
La buena noticia es que la parálisis del sueño no suele ser un problema grave y se considera benigna porque no se produce con la suficiente frecuencia como para causar problemas de salud importantes. Por ejemplo, pueden surgir pensamientos negativos sobre el hecho de ir a la cama, que a su vez acortan la hora de acostarse o provocan ansiedad por ir a dormir, lo que dificulta conciliar el sueño.
Consejos para una higiene del sueño saludable
- Cuidar la rutina a la hora de dormir: Acuéstate siempre a la misma hora y levántate a la misma hora, incluso los fines de semana.
- Evita los teléfonos inteligentes en el dormitorio.
- Garantiza una temperatura ambiente ideal para dormir (18° – 19° Celsius).
- Equipa la cama con un colchón adaptado individualmente.
- Apaga la luz y el ruido en el dormitorio (antifaz para dormir, tapones para los oídos).
- Reduce o evita el alcohol y la cafeína por la noche.
- Entrenamiento posicional: Los que duermen de espaldas deben cambiar su posición para dormir en caso de parálisis del sueño.
- Introducir rituales de sueño: La hora del té por la tarde, los baños relajantes, la lectura de libros, escuchar música relajante.
Métodos de relajación para afrontar el estrés
Se recomienda que realices una Relajación muscular progresiva. El yoga es una excelente alternativa para ello, al igual que la meditación. Realiza ejercicios de concentración, intentando mover una parte del cuerpo, dedos, de las manos, de los pies, la mano, mientas esto ocurre y estás consciente.